En Madariaga, pongamos a la izquierda en el Concejo
Después de las PASO, el oficialismo, con Santoro a la cabeza, salió a reivindicar su triunfo. Sin embargo Juntos no aumentó su caudal de votos y el Frente de Todos retrocedió notoriamente. Los madariagueneses expresaron con importantes tasas de ausentismo electoral y voto en blanco la bronca con los partidos de siempre.
Los efectos del ajuste continúan. Las condiciones de vida de las y los trabajadores siguen siendo las mismas. La intendencia sigue priorizando negocios y subsidios para los empresarios privados que acumulan ganancias siderales, postergando las necesidades más básicas de les trabajadores. Los más desposeídos siguen requiriendo comida. Las changas y el trabajo estival no satisfacen las necesidades de fondo.
El magro presupuesto local no es invertido en las necesidades populares. En los barrios las obras son cosméticas y ocultan la falta de acceso al agua potable, cloacas, gas de red y calles que se inundan y anegan. El Concejo Deliberante funciona de espaldas a las necesidades populares.
Juntos y el FdT evidencian la incapacidad de los que nos gobernaron por décadas para solucionar la situación crítica en la que se encuentran la gran mayoría de las y los trabajadores y familias madariaguenses. Unos y otros impulsan la especulación inmobiliaria, el lucro capitalista a costa de la contaminación y la depredación ambiental. Ambos tienen como base social a los empresarios del campo, a quienes benefician sin grieta alguna.
La integridad de las mujeres sigue en absoluta vulnerabilidad. Los abusos infantiles son moneda corriente. El cupo laboral travesti-trans sigue obstruido pese al reclamo popular.
La oposición patronal del Frente de Todos no defiende los derechos de los sectores obreros y populares, ni en el Concejo Deliberante, ni en el Consejo Escolar, ni desde los sindicatos que conducen, incluso abandona la lucha por las libertades democráticas frente a los Berni y la represión estatal. Sólo se regodean si bajan migajas de nación o provincia.
Por el contrario, la votación del Frente de Izquierda, representa un pronunciamiento en favor de darle impulso a la lucha por el conjunto de los reclamos populares pendientes y por una salida política de las y los trabajadores.
Con un nuevo salto del Frente de Izquierda en las elecciones de noviembre, se reforzará la pelea de los desocupados, por el acceso a tierra, vivienda y trabajo genuino. Se robustecerá también la pelea por un transporte público accesible a los trabajadores y el boleto gratuito para los estudiantes, la lucha por las mujeres y disidencias, la preservación de la salud y el ambiente y los derechos de la juventud.
Para que el Concejo Deliberante deje de ser una cueva de defensores de las patronales, del capital agrario e inmobiliario y la destrucción del medio ambiente, votemos al Frente de Izquierda.