A pesar del triunfo de Cambia Mendoza, el 51% del padrón electoral no votó a ninguna de las variantes que gobiernan en la Nación y la provincia. Una clara mayoría no apoya las políticas de ajuste contra el pueblo trabajador y su profundización como resultado de un acuerdo con el FMI.
Lejos de apelar a la demagogia el Frente de Todos y Cambia Mendoza hacen más explícito que preparan un ataque contra el pueblo trabajador bajo la forma de reformas laboral, previsional y ajuste fiscal. Los proyectos de presupuestos 2022 de la Nación y provincia dan cuenta de esto.
El FIT-U tiene el desafío de colocarse como una alternativa obrera y popular a la situación desesperante a la que nos han llevado las fuerzas tradicionales. El ingreso de legisladores de izquierda reforzaría esta perspectiva.
La izquierda quedó en un empate técnico con el Partido Verde. Este sacó algunas décimas más en la provincia, pero queda detrás del FIT-U en la primera sección, donde se disputan los parlamentarios provinciales.
El FIT-U mendocino es parte de una fuerza nacional que lucha por crecer como alternativa de los trabajadores, las mujeres y la juventud en clara oposición a los partidos tradicionales. Representa un frente que salió tercero nacionalmente frente las fuerzas tradicionales. Por el contrario, el Partido Verde creció en base a desprendimientos del peronismo y el radicalismo. Se propone como una herramienta de control de los gobiernos, pero es una experiencia repetida que este tipo de espacios políticos terminen integrándose a los gobiernos que denuncian.
El PO en el FIT-U está en campaña, creciendo en los barrios junto a la lucha de los desocupados, levantando las banderas de defensa del agua junto al movimiento ambiental, colocando la defensa de la salud, la educación y la vivienda, junto a las y los trabajadores.
El 14 de noviembre vamos con el FIT-U por legisladores obreros.