Los problemas de nuestro país se viven todos los días en la Ciudad. Los laburantes sufrimos las consecuencias de la política del gobierno, que con Sergio Massa, Alberto y Cristina nos hace pagar el acuerdo con el FMI: devaluación, tarifazos y demás ataques a nuestro bolsillo. El fracaso de quienes gobernaron las últimas décadas llevó al crecimiento de Javier Milei: una fuerza de ultraderecha negacionista, fascistizante, negadora del cambio climático y antiderechos.
Después de dieciséis años del PRO en CABA es imposible alquilar, encontrar vacantes para nuestros pibes o acceder a la salud pública. Jorge Macri, actual intendente con licencia de Vicente López, se prepara para profundizar este legado. El PRO lo presentó sin cumplir los requisitos para garantizar el control de los negociados de la Ciudad para el macrismo.
El peronismo que dice ser oposición a la derecha no sólo está muy lejos de querer cambiar esta situación: es abiertamente cómplice. Leandro Santoro podrá hablar contra Macri y Larreta pero apoya sin titubear las políticas de Massa que traen día a día más pobreza, más inflación y menos salario. En la Ciudad, el peronismo fue partícipe de entregas de tierras (Agencia de Bienes, IRSA) que encarecen el suelo y privatizan los diferentes espacios. Santoro es partidario, por ejemplo, de bajar los contratos de alquiler para viviendas a dos años, perjudicando a miles de inquilinos.
Entendemos, de una vez por todas, que las cosas tienen que cambiar. Hay que terminar con una orientación social que expulsa a los laburantes de CABA. La izquierda, con Vanina Biasi como candidata a Jefa de Gobierno y Myriam Bregman a la presidencia, presenta una alternativa para que los alquileres tengan un tope, para que haya créditos hipotecarios accesibles, para aumentar el presupuesto de salud y educación. Pelear por las reivindicaciones actuales es luchar contra el ajuste, sin lo cual no se puede enfrentar a la ultraderecha que quiere privatizar los servicios públicos.