La política del gobierno alimenta la escalada inflacionaria, golpeando a los trabajadores y rescatando a los empresarios. Para los trabajadores pactaron paritarias del 60% anual contra una inflación del 100%, y un salario mínimo de $80.000 pesos, de indigencia.
Pero a los sojeros y productores de alimentos les da un dólar a 300 pesos y para pagarlo emite un millón de millones de pesos. Una medida que va a aumentar los precios de los alimentos para favorecer a un puñado de grandes empresas que manejan el comercio exterior.
A los jubilados los condenan a una jubilación de indigencia, de 71.000 pesos. Pero a los bancos les entregan los recursos del ANSES vaciando las cajas jubilatorias y comprometiendo aún mas el pago de las jubilaciones.
Descargan la quiebra nacional sobre los trabajadores y el pueblo, cuando es producto del saqueo y el vaciamiento capitalista.
Ni devaluación ni dolarización
El motivo de fondo de esta crisis es el saqueo capitalista del país que han implementado todos los gobiernos de las últimas décadas.
En Argentina ingresaron 33.000 millones de dólares en los últimos años por el comercio exterior, pero las reservas del país están llegando a cero porque esos recursos fueron a la fuga de capitales y el pago de la deuda.
El gobierno está colgado de los acuerdos con el Fondo Monetario, que quiere reforzar la entrega del litio, la minería y vaca muerta al imperialismo norteamericano.
Por eso aplica un ajuste y una devaluación por tandas, que agrava la inflación y se discute una devaluación a fondo, sea impuesta por el mercado o sea por una medida del gobierno. Una devaluación en regla va a terminar de hacer estallar una hiperinflación.
La oposición cuenta con que termine de estallar la economía y prepara planes de convertibilidad o de dolarización que parten de un ataque a fondo a los salarios y jubilaciones.
La dolarización que propone Milei implicaría una conversión forzosa de los pesos a dólares, a precios que no bajarían de 2000 por dólar y que algunos estiman que llegaría a 9000.
Por una salida de los trabajadores y la izquierda a esta crisis
La burocracia sindical de la CGT en lugar de convocar un paro nacional y plan de lucha contra el ajuste respalda a fondo a Massa, el responsable de todos estos golpes contra el pueblo. Las organizaciones sociales oficialistas siguen apoyando a un gobierno que golpea día tras día a los desocupados.
Contra esta entrega planteamos deliberar en asambleas en los lugares de trabajo y los barrios, para luchar por un salario igual a la canasta familiar, por el ajuste mensual por inflación de salarios y jubilaciones, por el 82% móvil y por la creación de miles de fuentes de trabajo bajo convenio.
Hacen falta medidas de emergencia para terminar con el saqueo capitalista del país y volcar los recursos a resolver los problemas populares urgentes. Romper con el Fondo e imponer la investigación y no pago de la deuda externa usuraria y fraudulenta. Nacionalizar la banca y el comercio exterior para terminar con la fuga de capitales y volcar esos recursos a un plan de desarrollo, industrialización, vivienda y obra pública que resuelva las necesidades urgentes de los barrios.
Hay que echar a los políticos capitalistas que nos llevaron a esta crisis y preparan nuevos golpes contra el pueblo, para poner en pie un gobierno de la izquierda y los trabajadores.
En provincia de Buenos Aires, vamos con Néstor Pitrola diputado, Romina Del Plá senadora.
En Capital, con Vanina Biasi Jefa de Gobierno.
Gabriel Solano Presidente, Vilma Ripoll Vice