Expediente 1178-D-2022
PROYECTO DE DECLARACIÓN
Art. 1°- La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires conmemora el 1ero de Mayo como el Día Internacional de los Trabajadores, y reivindica su carácter de lucha contra los capitalistas, sus Estados y sus gobiernos y se pronuncia por el rechazo al pacto con el FMI, por el salario y el trabajo, contra la represión a los que luchan, contra la Guerra en Ucrania: Guerra a la Guerra, fuera la Otan y el FMI, abajo la burocracia de Putin.
FUNDAMENTOS
En 1889, al cumplirse el centenario de la Revolución Francesa, cuando la clase burguesa de todo el mundo, se reunió en París, para celebrar la consolidación de su régimen, simultáneamente se estaba fundando la Internacional Socialista (IS), conocida como II Internacional, para unir a “los proletarios del mundo” en su lucha contra el capital y por el socialismo. Una resolución del congreso fue convocar una movilización internacional de los trabajadores, el 1° de Mayo. Como reivindicación destacada: la lucha por la jornada de 8 horas, reduciendo drásticamente las 10-12 horas cotidianas de labor vigentes.
Se terminó imponiendo mundialmente al finalizar la Primera Guerra Mundial, después de 30 años de dura lucha. La clase obrera argentina participó desde el primer 1° de Mayo en 1890. Las movilizaciones de los 1° de Mayo eran prohibidas y reprimidas. En 1909 una salvaje represión costó la vida de 14 trabajadores, 80 heridos de bala y numerosos detenidos. Provocó una huelga general de 8 días, sostenida por todas las corrientes obreras (anarquistas, socialistas).
La burguesía trató de hacer desaparecer el carácter de lucha clasista del 1° de Mayo. Primero lo transformó en un día feriado con Yrigoyen. Luego con Perón, en la “fiesta del trabajo” con festivales, carrozas e incluso elección de la “reina del trabajo”.
Pero, frente a cada crisis, los 1° de Mayo, vuelven a emerger como jornada de lucha por los reclamos obreros.
Es imposible que alguien plantee que el 1° de Mayo de este año es un día de fiesta para los trabajadores. El salario real y las jubilaciones retroceden sistemáticamente, el trabajo precario y superexplotador crece, el hambre se instala en sectores enteros del pueblo. Es el gobierno de Alberto y Cristina Fernández quien ejecuta un plan de ajuste contra el pueblo trabajador, acordado-dictado por el FMI, con apoyo –en este aspecto- de toda la clase patronal.
En la crisis hay sectores burgueses que se enriquecen más que nunca. La guerra de Ucrania y la crisis económica capitalista llevó el precio de los alimentos (granos, carne, aceites) por las nubes. Significa superganancias del capital agrario, bancos, exportadoras e industriales. Al mismo tiempo, mayor empobrecimiento para los trabajadores que sufren una inflación pavorosa que achica su capacidad de consumo. La inflación de marzo último fue del 6,7% pero la canasta básica de consumo subió 7,2%.
Las masas trabajadoras se encuentran maniatadas por las direcciones sindicales burocráticas. La dirección burocrática de la CGT no llama a movilizar este 1° de Mayo. Por el contrario, declara que va a persistir en el “diálogo” con las entidades empresarias; con aquellos que remarcan a diario los precios que debemos pagar los trabajadores. La burocracia de la CGT apoya al gobierno de Alberto Fernández y a sus ministros de Economía (Guzmán) y de Trabajo (Moroni), que ejecutan el ajuste del FMI.
Guzmán viajó a Washington a rendir cuentas ante la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, del ajuste que está imponiendo a los trabajadores. Ha sobrepasado las metas fijadas en reducción del déficit fiscal, informó. Lo ha hecho instrumentando la inflación que licua los salarios y jubilaciones y acrecienta la recaudación gubernamental sobre mayores precios que pagan los trabajadores-consumidores. En lugar de “llenar la heladera” como prometieron Alberto y Cristina en la campaña electoral, la están terminando de vaciar (consumo de carne en caída). A esta vorágine inflacionaria se le sumarán ahora los “tarifazos”.
La burocracia sindical afirma que con la reapertura de paritarias va a lograr “con responsabilidad, pero con firmeza, recuperar el valor real de los salarios en las mesas de negociaciones”. Pero hasta ahora el salario real viene retrocediendo. Por cuarto año consecutivo, el salario real cayó en el 2021. La burocracia ha entregado “en las negociaciones” paritarias, con “responsabilidad”, aceptando las pautas del gobierno, no reconquistando las pérdidas salariales. Este cuatrimestre se aceleró el salto inflacionario. El título de la declaración cegetista (“La única salida a la crisis es con más producción y trabajo”) indica que estamos marchando a una nueva entregada burocrática. Plantea que va a discutir gremio por gremio y rama de actividad por rama, porque “cada organización sindical conoce mejor que nadie las necesidades de sus trabajadores y las posibilidades empresarias de su sector”. Significa que va a vender “reformas laborales”-pérdidas de conquistas- por algún centavo extra.
Los pliegos de reclamos obreros para las paritarias deben ser discutidos y votados en asambleas de fábrica y asambleas generales sindicales, los paritarios electos por las bases (y revocables en caso de no defender los mandatos votados) y los acuerdos aprobados también en asambleas generales. Democracia sindical y no dictadura burocrático-patronal-gubernamental contra los trabajadores.
Los piqueteros del agrupamiento papal de San Cayetano (Movimiento Evita de Emilio Pérsico, Somos Barrios de Pie de Daniel Menéndez y la Corriente Clasista y Combativa de Juan Carlos Alderete) anunciaron que harán una marcha el 1° de Mayo. Pero se trata de una marcha de apoyo al presidente Fernández; de apoyo a la política que está ejecutando contra la clase obrera: los bajos salarios y jubilaciones, el trabajo precario, la inflación. Afirman movilizarse para defender un proyecto –que todavía siquiera presentado- de impuesto a las “rentas inesperadas”, sobre empresas que ganan más de 1.000 millones de pesos. No se sabe de cuánto es el monto de ese pretendido impuesto, pero sí la garantía de que tocaría solo al 1% de los monopolios, no a las fortunas personales, ni al campo, etc. Con ese dinero, afirman, se respondería a la “deuda social” que tiene la sociedad capitalista con los trabajadores. Ese proyecto, además de totalmente insuficiente y manejado en forma arbitraria, no tiene vistas de salir. El Congreso directamente no funciona porque los diferentes bloques burgueses oficialistas y opositores están divididos y no pueden garantizar mayorías en las votaciones. La “propuesta” es un engaña pichanga para mantener alguna expectativa en el gobierno.
El presidente dijo en el congreso del Movimiento Evita que el acuerdo que firmó con el FMI “no se dio en un marco de ajuste, no somos un gobierno que ajusta, somos un gobierno que invierte y que ayuda a los que menos tienen, como lo hicimos con el incremento excepcional”, del nuevo IFE. ¿Y la inflación qué es?
La burocracia cegetista y piquetera habla de la “sensibilidad social” del gobierno que toma medidas paliativas como el nuevo IFE a los desocupados. Pero es una “sensibilidad” muy limitada, porque decreto un bono de 18 mil pesos a pagar en 2 cuotas, cuando en el 2020 había otorgado 30 mil pesos en 3 cuotas, y en el ínterin la inflación superó el 100%.
Juan Grabois, el dirigente de la CTEP, también se comprometió a participar de la marcha de los piqueteros oficialistas santificados por el Papa. No se puede estar con Dios y el Diablo, dice el refrán popular.
Aunque se lo haga aparecer como una concesión producto de la “sensibilidad” de Alberto Fernández, a nadie se le escapa que es un subproducto de las masivas marchas y acampes piqueteros. Una concesión insuficiente.
Por su lado, La Cámpora kirchnerista lanzó una campaña con afiches, mesas y actividades con recolección de firmas incluidas planteando “Que la deuda la paguen los que la fugaron”. Otra burla a la juventud y al pueblo trabajador. Se trata de un blanqueo (uno más) de capitales que cada tanto realizan los gobiernos para que se repatrien y legalicen fondos evadidos o de actividades ilegales. Por otra parte, es un nuevo reconocimiento K de su disposición a pagar al FMI y los “Fondos de Inversión” de los especuladores.
El FIT-U convocó un acto central en Plaza de Mayo y las plazas frente a las gobernaciones provinciales, con banderas independientes, clasistas y de lucha. “Abajo el Pacto del gobierno con el FMI”. Se trata de un acto de la izquierda y las luchas obreras y populares. El FIT-U mantiene vigente la “tradición” clasista e internacionalista del 1° de Mayo. Jornada de Lucha, Jornada de Protesta Obrera y Popular. Será una tribuna para denunciar la política del gobierno y la clase burguesa, para plantear un programa alternativo de los trabajadores y la necesidad de un plan de lucha para derrotar los ajustes.