FMI, un pacto colonial y de ajuste

Ganemos la calle masivamente el 8F para rechazarlo

Se acabó el verso, el gobierno del Frente de Todos arribó a un pacto con el FMI de tipo colonial, que será el centro del programa económico y social de los años venideros.

Es colonial porque cada tres meses habrá una misión del Fondo auditando las cuentas y el programa económico, y los desembolsos estarán condicionados a esa revisión.

Por lo tanto Argentina, sin reservas y obligada a un fuerte ajuste fiscal y monetario, estará al borde permanente del default, o sea al permanente chantaje del capital financiero y las potencias imperialistas que dominan el FMI, empezando por EEUU.

Los términos del compromiso desmienten que no habrá ajuste.

Para cumplir la caída del gasto tiene que haber tarifazos enormes, pero ni se le ocurre al gobierno -y mucho menos al Fondo- abrir los libros de las privatizadas de la energía que vienen robando y enriqueciéndose desde la época de Menem.

Ya el presupuesto 2022 presentado por el gobierno y apoyado por todas sus alas previó una caída del 44% de los subsidios a la energía, eso implica tarifazos enormes.

La prueba ácida más contundente la hemos tenido estos dos años de gobierno pejotakirchnerista: los jubilados perdieron en 2020 y volvieron a perder en 2021. Así prepararon este acuerdo.

Y perdieron y perderán todos los asalariados, porque la inflación creciente es el arma central del ajuste: se prevé un 4% de aumento de precios en enero y febrero arrancó con un aumento de los combustibles del 9/11%.

El apoyo de Juntos por el Cambio y todas las cámaras empresarias al acuerdo, es muy clarificador. Cuando se pretende trasladar la factura del enorme negociado de la deuda al pueblo trabajador no hay grietas.

Sin embargo este nuevo sacrificio que se le pide al pueblo, ¿despejará el camino para un crecimiento y mejora de la condición de vida de la mayoría popular?

Al revés, planearán en el horizonte las devaluaciones que niega Alberto Fernández y su ministro, a eso se refiere la exigencia de “eliminar la brecha cambiaria”. Más cuando el endeudamiento nacional, tanto en dólares como en pesos ha crecido por las nubes.

Países como Ucrania, Ecuador o Colombia se han hundido en la pobreza últimamente bajo los planes del FMI. En Colombia estalló una rebelión popular y una huelga general hizo retroceder un impuestazo impuesto por el FMI.

Ahora Máximo Kirchner se acordó que nos quedamos sin reservas pagando al Fondo. Tarde. El y otras voces críticas que no rompen con el gobierno, fueron garantes de reconocer toda la deuda ilegítima y fraudulenta, la privada y la del Fondo ¿O no apoyaron el fracasado canje con los bonistas privados, en la Nación y en las provincias?

Alicia Kirchner bendijo el acuerdo, Kicillof igual. Lo demás son maniobras demagógicas para contener el descontento por abajo.

Lo mismo vale para todas las alas de la burocracia sindical. La CGT, con la firma de Daer, Acuña y Pablo Moyano apoyaron el acuerdo. Nos preguntamos ¿con qué mandato, alguna asamblea obrera, algún plenario de delegados mandatados por sus compañeros avaló semejante cosa de la cual tenemos larga experiencia los trabajadores?

Las dos CTA con diversas críticas se mantienen en el apoyo al gobierno.

Más que nunca los trabajadores necesitamos la autonomía de las organizaciones obreras, su ruptura con un gobierno que no tiene vuelta atrás, es un agente del FMI. Por eso impulsamos la más amplia deliberación en el movimiento obrero, asambleas y plenarios para defender el salario, las condiciones laborales, los puestos de trabajo y las jubilaciones.

La más amplia unidad de las organizaciones de desocupados en total independencia del gobierno para luchar contra el hambre que planea para quienes viven de un plan social de $16000, o de un salario mínimo o de una jubilación mínima de $29000.

Tenemos que organizarnos y ganar la calle. Para ello el Frente de Izquierda y un amplio espectro de organizaciones de lucha, de sindicatos combativos y organizaciones piqueteras convocamos el 8 de febrero a copar la Plaza de Mayo y todas las plazas del país.

Para mostrar  un rumbo: el no pago de la deuda, la ruptura con el FMI, en el marco de un plan económico integral desde el campo de los trabajadores, mediante una banca pública única y el monopolio del comercio exterior, para terminar con la fuga de capitales y volcar el ahorro nacional en viviendas e inversión productiva. Por un salario y una jubilación mínimas equivalentes a la canasta familiar, por el fin de la precarización laboral y de los despidos.

PARTIDO OBRERO

2/2/2022  

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