Luego de 15 días de días de detención, fueron liberados los 10 municipales detenidos de Cerrillos, todos trabajadores de planta que fueron despedidos por la actual intendencia.
Entre ellos, se encontraban 7 mujeres madres jefas de hogar, la mayoría madres solteras. Cumplían tareas de limpieza y de servicios generales, del sector que está en el escalón más bajo de los municipales, con salarios de miseria.
El gobierno, después que los trabajadores sostuvieron un acampe por más de 22 días por su reincorporación, lejos de atender su situación, burló las conciliaciones obligatorias, obligando a los trabajadores a tomar la municipalidad como último recurso. Urtubey no tuvo empacho en mandar una brutal represión.
Hombres y mujeres fueron cobardemente golpeados. Las detenidas denunciaron que fueron apaleados por personal policial masculino, una de ellas fue encerrada en un baño para ser golpeada por tres policías. Tras 10 horas de haber sido detenidos, recién fueron ingresados a la Alcaidía de la provincia, en un accionar completamente ilegal y violatorio de los derechos humanos puesto que la detención sin dar registro constituye un secuestro.
La detención de estos trabajadores tiene un carácter completamente arbitrario. El gobierno de Urtubey los imputó con gravísimas causas –con penas de hasta 15 años de prisión, entre ellas la privación ilegítima de la libertad. Los mantuvo presos como si fueran delincuentes enormemente peligrosos, a pesar de que las causas eran plenamente excarcelables. Claramente una manipulación judicial para mantenerlos detenidos.
Ahora que los despidos han comenzado y ya suman más de un centenar en Salta, se puede apreciar que adquieren una función política central para el gobierno de Urtubey. Pretende intimidar a los trabajadores de la provincia para que desistan de luchar por sus fuentes laborales y la defensa de sus condiciones de vida ante el ajuste que quieren descargar sobre los sectores más vulnerables de la sociedad.
Urtubey, amparado en la política anti-popular de Macri, sostiene a intendentes que llevan a fondo el ajuste, mientras los libros de los municipios siguen bajo llave. Este operativo anti-obrero del gobierno provincial, va en conjunto con el régimen de cooperación con el macrismo, en un viraje represivo y ajustador, en el que se inscribe el traspaso de diputados oficialistas a las filas del gobierno nacional.
El rol de las bancadas del Partido Obrero ha sido clave para dar un impulso a movilización popular, acompañando a las familias; entrevistándose con los detenidos para denunciar el carácter arbitrario de estas detenciones y para advertir a la población sobre el carácter del ajuste que el gobierno quiere imponer y lo imperioso que es librar batalla para derrotarlo.
En estas dos semanas hemos podido ver la veta más reaccionaria del gobierno de Urtubey pero también la reacción popular contra el intento de criminalizar la protesta. La liberación de los detenidos es una victoria de esta movilización que, encabezada por los familiares, no se hizo esperar.
Sabemos que ahora intentarán condicionarlos a través de las causas penales que siguen vigentes pero, luego de este triunfo, la lucha continúa con más fuerza por la reincorporación de todos los despedidos a la planta municipal y por su desprocesamiento.
Desde el Partido Obrero, saludamos este primer golpe a la política represiva y de ajuste de Urtubey y nos ponemos al servicio de esta causa.