El gobierno PRO amparó a estos vaciadores hasta donde le fue posible, y hoy sólo toma esta determinación cuando la concesión y el propio Zoo llegan a una situación terminal. Pero mucho antes, los trabajadores, organizaciones animalistas y varios diputados denunciamos el vaciamiento del zoo, que se expresaba en el deterioro y la muerte de animales, la decadencia edilicia y la precarización de sus trabajadores, algunos de los cuales pagaron esas denuncias con el despido”.
“Larreta llega tarde –agregó Ramal- y sin ningún plan para abordar la crisis del Zoo”. “Lo único que se ha informado es la formación de un Consejo y la creación de un Eco Parque, en cuyo manejo se mencionan ONGs extranjeras. No sería extraño que, bajo esa fachada, marchemos a una reprivatización del predio, donde predominen las franquicias y otros filones de negocios”. El legislador del FIT reclamó “que el destino del Zoo sea resultado de una deliberación democrática, con intervención de sus trabajadores y la Universidad pública. Su resultado final debe ser un parque ecológico de carácter público y gratuito, asegurando estabilidad laboral a sus actuales trabajadores y profesionales”.