El Partido Obrero denuncia la campaña encabezada por la DAIA, con participación de dirigentes políticos, periodistas y personalidades vinculadas al sionismo, que busca criminalizar la defensa del pueblo palestino que está siendo víctima de un genocidio por parte del Estado de Israel. Esta campaña se centra en las universidades, con denuncias penales y presiones sobre las autoridades para que tomen medidas disciplinarias contra los estudiantes que apoyan la causa palestina. Antes, Vanina Biasi y Gabriel Solano fueron fuertemente amenazados por denunciar la política del Estado de Israel. Ahora el vicepresidente de la DAIA Sergio Pikholtz vuelve sobre ellos y agrega a Néstor Pitrola en una deriva de persecución de tipo fascista colocando sobre nuestro partido la cruz esvástica, con el vulgar argumento de identificar el antisionismo que comparten miles de judíos en el mundo, con el antisemitismo. De corrido, la organización sionista Betar, fundada por la ultra derecha sionista y defensora de Javier Milei, sugiere choque físico con las juventudes y militantes que en nuestro país defienden al pueblo palestino frente a la masacre en curso.
Nuestro partido tiene una historia de lucha contra el antisemitismo. A horas del atentado contra la AMIA estuvimos movilizados junto a los familiares de las víctimas y la comunidad judía local y cada 18 de julio nos hemos movilizado y denunciado la impunidad. Hemos batallado por la apertura de archivos y la investigación de la conexión local, algo que no pueden acreditar altos dirigentes de DAIA de la época como Rubén Beraja, procesado por encubrimiento, justamente, en la causa AMIA.
La DAIA y el sionismo buscan acallarnos cuando en todo el mundo se están realizando movilizaciones masivas denunciando el genocidio que se lleva adelante en Gaza, como la de medio millón de personas realizada el sábado en Londres y otras ciudades de todo el planeta. Notorios judíos en el mundo se pronuncian o se movilizan contra el genocidio sionista como Noam Chomsky, Norman Finkelstein, que perdió a toda su familia en el holocausto, o el gran historiador israelí Ian Pappé. Contra el respaldo a la masacre del sionismo se levantan voces en todo el mundo de judíos y judías que denuncian al Estado de Israel y sostienen: “no en nuestro nombre”.
Denunciamos que se trata de una operación genocida que en nombre del combate a Hamas lleva ya asesinados más de 12.000 palestinos en la franja de Gaza, de los cuales más de 5.000 son niños. Que aplica métodos de limpieza étnica contra una población civil hambreada por el bloqueo al ingreso de alimentos y ayuda humanitaria: bombardeos cotidianos tanto en el norte como en el sur de Gaza, fósforo blanco, bombardeos a campos de refugiados civiles y hospitales (denunciados incluso por la ONU), ataques militares contra instalaciones sanitarias, y todo tipo de abusos de las tropas de ocupación. Quien sintetizó esto es Carg Mokhiber, Director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, que acaba de renunciar a su cargo denunciando que estamos en presencia de un “genocidio de manual”
Como lo venimos señalando, esta política está lejos de arrancar después del último 7 de octubre. Desde su fundación el Estado de Israel viene expulsando y despojando al pueblo palestino, que ha sido forzado a vivir en ghettos militarizados bajo control del Estado de Israel. Esta opresión se viene incrementando en los últimos años: antes de la guerra declarada por Netanyahu más de 200 palestinos fueron asesinados este año por las fuerzas de ocupación israelí en Cisjordania y otro tanto desde la declaración de guerra por parte del ejército y colonos armados. Y, desde 1948 y antes, el emplazamiento del Estado sionista ha sido motivo de varias guerras, territorios colonizados y masacres desde la Nakba misma.
El recurso de la DAIA para callar y amedrentar a quienes venimos defendiendo la lucha del pueblo palestino con la vieja asimilación del antisionismo con el antisemitismo, pretexta falsedades como asimilar la bandera palestina a un símbolo nazi. Se pretende presentar como odio étnico lo que es la denuncia a un Estado que está cometiendo crímenes de guerra.
La campaña de la DAIA y el sionismo es funcional a agravar la situación de los rehenes argentinos y de otras nacionalidades en Gaza. Puesto que la única forma de asegurar su liberación es reclamar que finalice la matanza de Israel contra el pueblo de Gaza y proceder a la liberación de prisioneros, de un lado, y presos políticos, del otro. Apoyamos las movilizaciones en Jerusalén o Tel Aviv de los familiares y pueblo judío que reclaman “todos por todos”, en muchos casos reclamando la caída de Netanyahu. Algo que hemos reclamado formalmente a la Cancillería y que apoyamos con un proyecto parlamentario del Frente de Izquierda.
Por nuestra parte, reivindicamos el derecho del pueblo palestino a rebelarse con todos los métodos a su alcance contra una política de extermino y limpieza étnica llevada adelante por el Estado de Israel. Denunciamos y reclamamos la derogación de la legislación represiva “anti terrorista” que busca colocar una mordaza a la defensa de la causa palestina y llamamos a defender el derecho al retorno y la autodeterminación del pueblo palestino, por una palestina única, laica y socialista. Reclamamos la ruptura de las relaciones diplomáticas de Argentina con Israel. Contra toda persecución judicial o de cualquier tipo contra quienes defendemos al pueblo palestino contra el genocidio.
PARTIDO OBRERO
Gabriel Solano
Romina Del Plá
Vanina Biasi
Néstor Pitrola