Salud

La salud pública ha sido uno de los principales ejes de ataque de la política de Macri, los gobernadores y el FMI.

Solo a modo de ejemplo, el presupuesto 2019 que avaló la política del FMI redujo drásticamente las partidas en salud.

La desaparición del Minsiterio de Salud para su transformación en Secretaría, es la expresión gráfica de esta política.

AHOGO PRESUPUESTARIO

Con presupuesto insuficiente se ha desarrollado un sistema según el cual los hospitales recaudan recursos propios.

Mediante el cobro a obras sociales o incluso aranceles al público, en determinados casos, se genera una presión hacia dentro de las instituciones para hacer “cosas que recauden” desnaturalizando completamente su función. Al mismo tiempo la coexistencia del sistema público y privado genera una presión para que el público se recorte, en la medida que ciertos estudios y prácticas solo se harán cobrando, como se ve en lo referido a imágenes y otros estudios.
Las consecuencias del ahogo presupuestario sobre las condiciones de vida de la población aparecen a la vista: un incremento en la desnutrición –principalmente entre los niños-, aumento de casos de enfermedades de trasmisión sexual (triplicación de los casos de sífilis) por las nulas políticas para su prevención o tratamiento, recurrentes casos de rebrotes de enfermedades erradicadas o controladas vuelven a surgir como han sido los casos de hantavirus, dengue, o gripe A. Por otro lado enfermedades vinculadas a las pésimas condiciones habitacionales como el mal de chagas no se han podido erradicar.
Pero este vaciamiento en salud no es patrimonio único del macrismo: muchos de estos padecimientos para las poblaciones se dan en provincias gobernadas por el peronismo.