Luchemos por el salario y contra el ajuste

La Coordinadora Sindical Clasista realizará un nuevo Plenario Nacional este 10 de abril por Zoom desde las 10hs

A dos meses del lanzamiento de un “acuerdo de precios y salarios” por parte de Alberto Fernández, se evidenció en los hechos en qué consistía: poner un techo (29/30%) en las paritarias que coloque a los salarios muy por debajo de la inflación.

El supuesto control de precios es puro humo, y a la vista está que el gobierno nacional fomenta la inflación con fuertes tarifazos en las naftas, que se traslada a toda la cadena de precios, por un lado, y con la enorme emisión monetaria, por otro para pagar la “fiesta de bonos” de la especulación financiera.

Tampoco existe ningún control sobre los formadores de precios que debería implicar la apertura de los libros de las empresas bajo control de los trabajadores.

Así, la inflación se viene devorando los salarios y las jubilaciones, y apunta al 50% anual según reconoció el propio Banco Central. La movilidad jubilatoria fue destruída, primero por decretos y ahora por ley divorciando los haberes de la inflación.

En cuanto a la pauta salarial del 29% “prevista” en el presupuesto nacional es tan intragable, que en las negociaciones de algunos gremios manejan entre un 32 y un 35 aproximadamente, conformando de todas formas un hachazo a los salarios de 15 puntos. En muchos casos con cifras no remunerativas y en cómodas cuotas.

Esos números menea Caló para metalúrgicos. En esa tónica cerraron para los docentes Ctera y Suteba, con una pérdida salarial histórica contando la rebaja del 2020.

El gobierno “nacional y popular” debutó anulando toda cláusula gatillo que garantice no perder poder adquisitivo.

Pacto social y pacto colonial

El pacto colonial con el FMI y los buitres es la guía del gobierno, a costa de la salud y las condiciones de vida de los trabajadores, aunque Cristina hable contra el Fondo desde Las Flores, junto al represor Berni.

El fracaso está a la vista, sigue la recesión, la fuga de capitales y la crisis que es descargada sobre los de abajo.

En este marco de patinadas del gobierno, la llegada de la segunda ola de Coronavirus y la escasez de vacunas lo condiciona aún más. Es que el plan de ajuste que Guzmán fue a “ofrecer” al FMI el último 24 de marzo, no permite rehabilitar el IFE ni frenar los tarifazos, medidas elementales si se impone la necesidad de un nuevo aislamiento.

Por su parte, las burocracias sindicales de todos los colores están metidas hasta el tuétano en “colaborar” con el gobierno de Fernández en el llamado pacto social.

De Daer a Moyano, pasando por Yasky y Godoy, todos se consideran parte del gobierno haciendo pasar el ataque al salario y a las condiciones de trabajo sin turbulencias. Se dedican a bombear las luchas que surgen.

Pero las luchas se suceden.

En primer lugar el movimiento de trabajadores desocupados independiente del gobierno ha organizado el reclamo de decenas de miles de compañeras y compañeras por trabajo, por un seguro al parado mientras no hay trabajo y por el alimento para las familias. Con el Polo Obrero a la cabeza se ha roto la malla de contención de las organizaciones de desocupados que se integraron al gobierno.

Se suceden también las luchas contra los despidos. Entre ellas, la ocupación de la Clínica San Andrés que lucha contra el cierre hace un mes, los paros en Siderar Canning contra el poderoso grupo Techint, Arrebeef en Ramallo, estas última chocando de frente contra la burocracia sindical. También las luchas de docentes y estatales de Neuquén, y en otras provincias.

Hay que destacar que hubo luchas importantes en esta última etapa como las que dio el Sutna que, en contraste con la entrega de la burocracia sindical, logró no solo el cobro de la totalidad del salario sino también una paritaria record y la imposición de protocolos obreros frente a la pandemia. El Sutna sale nuevamente a la lucha, está vez, por un salario real que supere la inflación. También se destaca la huelga aceitera de 21 días por el salario. Las fuertes autoconvocatorias en la salud. Los paros de los Sutebas Combativos y en general de los sindicatos combativos en una vuelta a la educación presencial con salarios de hambre y sin condiciones sanitarias. También en el subte y otros sectores.

¡Pongamos en pie al movimiento obrero para derrotar el ajuste!

Los trabajadores debemos intervenir en este cuadro para defender un salario equivalente a la canasta familiar, luchando por paritarias libres que no queden por detrás de la inflación, por cláusulas gatillo frente a una posible disparada inflacionaria. Por el reparto de las horas de trabajo sin afectar los salarios ante los despidos que dejaron 2 millones de desocupados más el último año, contra la pobreza por un salario mínimo de $60000, contra la reforma laboral que intentan aplicar lugar por lugar, y por todos las reivindicaciones de los trabajadores.

La CGT y las CTA no tienen mandato alguno para entregar de esta manera al movimiento obrero. Impulsamos asambleas fabriles y de gremios, plenarios de delegados con mandato, para que un congreso mandatado por las bases de todo el movimiento obrero debata las reivindicaciones y el plan de lucha para imponerlas. Los trabajadores debemos debatir con qué plan económico y social salimos de la crisis, no los funcionarios del FMI.

En esta perspectiva la Coordinadora Sindical Clasista realizará un nuevo Plenario Nacional este 10 de abril desde las 10hs por Zoom. Anotate

 

Coordinadora Sindical Clasista – Partido Obrero

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