La existencia misma del movimiento obrero ha sido puesta en discusión al eliminar virtualmente el derecho de huelga mediante el decreto 340/25 del gobierno de Milei. Esto es así porque comprende a prácticamente el 70% de las actividades que abarcan los sindicatos, retomando la letra del nefasto DNU 70/23, cuyo tramo laboral fue suspendido por la Justicia. Declara entre “esencial” y “trascendental” a más de 60 actividades. Las esenciales tendrán que garantizar el 75% de la prestación en caso de huelga, las segundas, las trascendentales un 50%. Es evidente que la medida de acción gremial se transforma en inútil, porque su función es interrumpir la producción, el comercio o el servicio en el que el trabajador presta funciones.
En la medida que la descripción del decreto en esta calificación va desde la educación de todos los niveles hasta la producción, transporte y comercialización de combustibles, de energía eléctrica, la aeronáutica de todo tipo, servicios aduaneros, alimenticia, construcción o productos exportables para esas actividades el derecho de huelga queda prohibido.
Por si acaso alguna actividad se les escapó forman una “Comisión de Garantías” que puede calificar como esencial o trascendente cualquier actividad que lo considere.
Hay que decir lo obvio. Milei liquida el derecho de huelga.
El Congreso debería voltear este decreto mediante una ley que lo derogue, pero se trata del mismo cuerpo que acaba de no dar quórum para el aumento a los jubilados o la moratoria, mientras en el Pami se les niega los remedios.
Estamos ante una nueva ofensiva del gobierno facholibertario con los techos paritarios y contra los trabajadores en toda la línea que entraña el rescate del FMI ante la bancarrota del Banco Central. El decretazo antihuelga sale al cruce de dos cosas, las exigencias del imperialismo y la burguesía local y por otro lado la emergencia de luchas que pueden ser la punta del iceberg de la bronca obrera, como la huelga fueguina, la “pueblada” de 20.000 docentes catamarqueños autoconvocados, la rebelión de los choferes contra la paritaria de hambre de Fernández, el parazo descomunal de la docencia bonaerense de la mano de la FEB y los Sutebas combativos contra la paritaria miserable de Kicillof/Baradel desafiando la conciliación y las amenazas, el paro y movilización de la docencia universitaria y los no docentes. Morvillo se movilizó a La Plata a los 84 días de la ocupación mientras otras dos gráficas cerraron. Los piqueteros movilizaron 10 mil compañeras y compañeras a Trabajo hace una semana. Esto se calienta por abajo.
Vienen por todo, es ellos o nosotros, los trabajadores. Es claro que la respuesta al decretazo corresponde al movimiento obrero en su conjunto. Impulsemos asambleas, plenario de delegados, exijamos un Congreso de Delegados de todos los sindicatos mandatados por las bases para discutir la inmediata reacción. No al colaboracionismo de la burocracia sindical. Paro ya y plan de lucha hasta la huelga general. Convoquemos un gran plenario de trabajadores ocupados y desocupados para impulsar esta orientación.
Coordinadora Sindical Clasista – Partido Obrero en el Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad