El próximo 2 de octubre se ha convocado una nueva Marcha Federal en defensa de la Universidad Pública. Contra el veto de Milei a la reparación del salario de los docentes y no docentes que está destruyendo literalmente la universidad estatal en la que pueden estudiar los hijos de los trabajadores. El presupuesto 2025, además, reduce en un 50% el gasto necesario.
La movilización que tendrá lugar en todas las provincias, sin embargo, es mucho más que eso.
Después del veto a la movilidad de los jubilados, es una prueba de fuerza entre el pueblo en la calle y el gobierno de los decretazos, de los vetos y las tropas de Bullrich, para imponer el plan de guerra contra los trabajadores.
El contexto es el de un Milei al que la masa de los argentinos le apagó el televisor (y las redes) en su último discurso ante un Congreso vacío.
El de un Milei repudiado por festejar con asado que los jubilados no puedan comer un asado, ni comprar sus remedios, ni pagar la luz.
El de un Milei que castiga con tarifazos brutales en la energía y los transportes mientras promete subsidio a las empresas para que gasten menos energía en el verano. O sea, usar los fondos del Estado que sacó del bolsillo a la gente para agravar la recesión.
El de un Milei que prometió la reactivación en “V” y hundió al país en la peor recesión en 60 años, sólo comparable al cierre de la economía por la pandemia. Con 600 mil despidos y sin luz en final del túnel.
El de un Milei al que Petronas le dice me voy, no invierto un peso para la planta de gas. Al que el FMI la exige devaluación y no le pone un dólar. El Milei al que Wall Street le contesta con una caída de los bonos y acciones cuando fue a tocar la campanita.
El mismo que endeudándonos en u$s90000 millones desde que asumió, nos puso igual en situación de default.
El de un Presidente que promete pagar primero la usura de la deuda y después cortar cualquier gasto para garantizar el famoso “déficit cero”, la promesa que llevó a De la Rúa y a Cavallo al helicóptero.
Tal vez haya empezado la cuenta regresiva de este esperpento facholibertario. Mal que le pese a la oposición colaboracionista.
Mal que le pese a Cristina y Máximo tan empeñados en que haga tranquilo la tarea sucia del ajustazo, la reforma antilaboral y antiprevisional, las privatizaciones y el ataque a las organizaciones sociales, piqueteras y sindicales que saquen los pies del plato. Y así, “volver mejores” en el 2025/27, cuando estemos todos en la lona.
Mal que le pese a la burocracia sindical de la CGT y las CTAS que archivaron toda acción de lucha de conjunto, que negocian por abajo que al menos no le toquen las cuotas sindicales compulsivas, mientras pulverizan conquistas y derechos que llevaron un siglo de luchas. Mientras atacan el derecho de huelga de aeronáuticos y docentes, para venir contra todo derecho a luchar, como lo revela la causa brutal de persecución contra el Polo Obrero y las organizaciones de lucha.
Pero hay también un contexto de bronca inmensa por abajo. De luchas muy decididas, como la de Aeronáuticos, de la docencia universitaria y numerosas huelgas docentes en todo el país, como el plan de lucha del Garrahan, como los jubilados o el Sutna contra los despidos y por el salario.
Desde esa disposición de las masas trabajadoras es que reclamamos un paro activo nacional el propio 2 de octubre y un plan de lucha para derrotar a Milei en toda la línea.
Es Milei o los trabajadores. Él busca la derrota y el hambre de los trabajadores, nosotros buscamos su derrota, sin vueltas. Que el dos de octubre, otra vez, como el 23 de abril, le asestemos un golpe decisivo.
PARTIDO OBRERO
25/9/24