El gobierno sigue echando leña al fuego de la inflación, que ya apunta al 80% anual.
No hay tal “guerra”, como dijo el Presidente.
El gobierno nacional se niega a meter la mano en los costos de producción de los alimentos y de todos los productos. Prefiere defender el secreto comercial en lugar de abrir sus cuentas y sus libros.
Aumenta la nafta y anuncia nuevos aumentos de tarifas de luz y gas según las exigencias de los grupos económicos que lucran con el aumento de los precios internacionales.
Por otro lado suben la tasa de interés. Una medida recesiva que al mismo tiempo aumenta el costo financiero que traspasan a los precios, así como los intereses de las tarjetas de créditos de las familias trabajadoras.
La inflación es una política. Un mecanismo de transferencia del bolsillo de los trabajadores a los de las patronales y a las arcas del gobierno que abulta su recaudación a través del IVA y de todos los impuestos atados a los precios.
Las medidas que dictó el FMI se van aplicando aunque ya reconoció que el plan quedó “viejo”, y por eso adelantó la primera “visita” a país.
Vienen por mayores exigencias de ajuste; por la profundización de la precarización laboral, la destrucción de los convenios colectivos, las indemnizaciones y de todo el sistema jubilatorio.
Bonos y paritarias
Guzmán, el ministro que tambalea, anunció bonos para trabajadores en negro, para jubilados y trabajadoras de casas particulares. Están conscientes de la explosividad social. Pero no piensan resolverla, sino en evitar el estallido.
Son importes por única vez para abril y para mayo para hacer pasar la pérdida histórica del poder adquisitivo del sector que flota en niveles de indigencia.
En tanto las burocracias sindicales de la CGT y de las CTA – toda oficialista – maniobra en paritarias más o menos cortas sin plantear el gran problema: el nivel de los salarios respecto de la canasta familiar. Los Daer y compañía entregan todo a cambio de regatear la caja de las obras sociales, que utilizan para sus chanchullos y negociados a expensas de la salud obrera.
Los salarios están cada vez más lejos de una verdadera canasta familiar. No es casual que los autoconvocados de la base de UTA salieron a reclamar $180 mil. En ese orden también luchan los obreros del neumático con el Sutna a la cabeza.
La UOM “renovada”, con nueva conducción kirchnerista va a ratificar el 45% que firmó Caló (con Furlán y compañía). Por su parte, Pianelli del subte, otro dirigente K, pide un bono por decreto en lugar de paritarias que rompan el techo salarial del gobierno, para descomprimir una situación salarial insoportable. Moyano pide un bono de $20000 sobre básicos bajísimos.
La realidad es que con Alberto y Cristina, los salarios bajaron del 46% al 43% de toda la torta nacional. Con Macri ya habían caído del 54% al 46%. Sigue el tobogán.
Sectores del movimiento obrero empiezan a dar peleas de importancia como se vio en la huelga de 28 días de los docentes misioneros con cortes y movilizaciones, así como en las acciones de los choferes autoconvocados. El Sutna inició con una huelga masiva un plan de lucha por un aumento de salario real, tal como lo vienen conquistando en los últimos años con sus métodos clasistas y de lucha.
La enorme lucha del movimiento piquetero que reclama trabajo genuino, universalización de los planes, aumento de los mismos y alimentos, es otra gran batalla del sector más golpeado de la clase obrera. Hoy, vanguardia nacional de la clase obrera.
La campaña de desprestigio y las represalias contra los luchadores son la respuesta impotente que une al gobierno y la oposición derechista.
Vamos por un plan de lucha
Promovemos paritarios electos por las bases, como acaba de hacer el gremio de controladores aéreos, con pliegos votados en asamblea como hace el Sutna, la AGD de los docentes universitarios, Ademys y los Sutebas Combativos, al igual que ATEN Neuquén y otros sindicatos recuperados en distintas provincias.
A seguir este camino en todo el movimiento obrero.
Impulsemos la deliberación, con asambleas en cada lugar de trabajo, el reclamo de asambleas generales y congresos de delegados con mandato para no dejar las negociaciones en manos de la entregadora burocracia sindical
Un congreso de delegados mandatados de todas las centrales debería discutir la inmediata ruptura de las centrales con el gobierno y votar un plan de lucha para quebrar el ajuste en marcha.
Este primero de Mayo vamos a un gran acto en Plaza de Mayo y en todo el país contra el pacto con el FMI del gobierno del Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
No nos tragamos la demagogia de los K que hacen de opositores desde el interior del gobierno del ajuste.
Vamos también con la consigna “guerra a la guerra”, donde el pueblo de Ucrania es víctima del expansionismo belicista de la Otan imperialista y la invasión criminal de Putin.
Vamos por una América Latina unida y socialista y vamos por una Ucrania libre, unida y socialista. Contra la descarga de la crisis mundial sobre las espaldas del pueblo trabajador.
Vamos con el clasismo, con el movimiento piquetero independiente del gobierno y todas las luchas, junto al Frente de Izquierda Unidad que será el convocante.
Coordinadora Sindical Clasista-Partido Obrero
19/4/2022