Biasi participó de su última sesión levantando el kufiya árabe, en un gesto de su apoyo incondicional a la causa palestina. Al aprobarse su renuncia declaró: «Tuvimos un año de intensa lucha política parlamentaria, enfrentando a un Congreso donde prima la colaboración política con las medidas más crueles de los liberfachos. Bajo el gobierno de Milei, Bullrich, Sturzenegger, fuimos la única fuerza política en este Congreso que no se postró a los intereses de La Libertad Avanza, y que no le dio la espalda a los jubilados y a ningún sector popular subordinada a la rosca de los gobernadores o a la corrupción, negociados y compra directa de voluntades«.
La diputada que ahora vuelve a su trabajo como no docente en la Facultad de Sociales de la UBA y en diciembre asumirá como legisladora porteña, agregó: «La rotación y la gestión colectiva de las bancas es un sello distintivo del Frente de Izquierda, que entiende la conquista de diputados no como un privilegio personal de algunos dirigentes, sino como instrumentos de lucha y representación de las peleas que libran los trabajadores contra el ataque a sus derechos y la ofensiva capitalista.«
Biasi, que es autora de una gran cantidad de proyectos con los distintos reclamos de las y los trabajadores durante este período, concluyó: «Hoy aportamos al quórum para que se traten temas tan urgentes como el financiamiento universitario, el presupuesto para el Garrahan y los hospitales pediátricos nacionales, o la anulación de decretos como el que cierra el Instituto Nacional del Teatro o el Banco Nacional de Datos Genéticos. Mis compañeros del FITU darán esta batalla dentro del Congreso y yo me sumo a los miles que desde las calles estaremos peleando. Lo que no hace la CGT ni la oposición trucha, lo tenemos que conquistar los trabajadores con nuestros métodos de lucha y movilización.»
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