Gabriel Solano dijo: “El acuerdo reciente con laboratorio Richmond para la producción de la vacuna Sputnik acá demostró que Argentina sí tiene la capacidad técnica para hacer las tareas de finalización de la producción de la vacuna, lo que desmiente la versión de Hugo Sigman, que sostuvo lo contrario. El país tiene la capacidad también laboratorios públicos para esas tareas, como el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba y el Instituto Biológico Tomás Perón de La Plata.”
“Lo que sucede es que Sigman es un viejo socio del Estado. En este sentido, alertamos sobre el nuevo negocio que se puede estar armando con Richmond. Marcelo Figueiras, el dueño de Richmond, también ha hecho negocios históricamente con el Estado: es proveedor de fármacos al sector público data desde los años del gobierno de De la Rúa y pegó un gran salto por las licitaciones obtenidas a partir del gobierno de Néstor Kirchner, cuando estuvo involucrado en escándalos por negocios turbios en la venta de medicamentos para tratar VIH que no servían. Nada en el contrato firmado ahora asegura que las vacunas son para Argentina.”
“Por estos motivos, lo que planteamos es que se prohíba la exportación de las vacunas que produce Sigman, que incumplió el contrato de vacunas que deben llegar a Argentina. Las vacunas se pueden envasar aquí. Además insistimos en el reclamo de liberar las patentes de las vacunas, que impide que se produzcan masivamente y un puñado de laboratorios que no pueden responder a la demanda impida que la población de todo el mundo pueda vacunarse masiva y rápidamente. De otro modo, seguimos marchando hacia una catástrofe sanitaria, que en Argentina avanza rápidamente.”
Gabriel Solano: 155690514