“Rechazamos este proyecto de disciplinamiento social, para acallar las protestas contra el ajuste, la pobreza y la desocupación que ellos mismos generan. Se quiere transformar en rehenes de la política oficial a la masa de trabajadores desocupados a cambio de una asistencia que no resuelve ni de cerca sus necesidades. En la línea de criminalización del reclamo social el castigo con el hambre es el límite de la extorsión. Una tendencia fascistoide en la coalición de Gobierno”, denunció Guillermo Kane.