El legislador de la Ciudad de Buenos Aires del Partido Obrero-Frente de Izquierda, Gabriel Solano, presentó una declaración para que la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires repudie la visita de la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
Declaración
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declara su más enérgico repudio a la visita de la presidenta del Fondo Monetario Internacional Christine Lagarde que persigue un propósito colonial y ajustador, para avanzar en acuerdo con el gobierno de Macri contra las conquistas laborales, los salarios, las jubilaciones y el gasto social en pos de asegurar los beneficios capitalistas y el pago de la deuda externa usuraria.
Fundamentos
La visita de la presidenta del Fondo Monetario Internacional se inscribe en un cuadro signado por una política de ajuste capitalista contra las conquistas de los trabajadores y los sectores populares. En toda esta política el papel del FMI ha sido fundamental. En su informe sobre la economía argentina que surge de la revisión del Artículo IV el FMI señaló que “la reducción del gasto público es esencial, especialmente en las áreas donde aumentó muy rápidamente en los últimos años, en particular los salarios, las pensiones y las transferencias sociales”. Esto fue completado con un llamado a reducir el gasto público en materia social, mediante la reducción de subsidios y el aumento sistemático de las tarifas de los servicios públicos.
Cuando uno compara esta sentencia fondomonetarista con las medidas aplicadas por el actual gobierno, surge con nitidez el peso relevante del FMI en las decisiones tomadas por el presidente Macri. La modificación de la fórmula de movilidad jubilatoria, que implicó el robo a los jubilados de 100.000 millones de pesos; la elevación de la edad para acceder al beneficio de la jubilación de 70 años para los hombres y 65 para las mujeres; el pacto fiscal con las provincias, por el cual se redujeron impuestos a las empresas, entre ellos las cargas sociales a la ANSES, y su sustitución por nuevos tributos al consumo; el impulso a la reforma laboral que supone la eliminación de conquistas históricas de los trabajadores; todas estas medidas fueron dictadas por el FMI y asumidas como propias por el gobierno macrista y los gobernadores que mayormente responden al Partido Justicialista.
Las medidas que impulsa el FMI, así también como la OCDE a la cual el gobierno pretende ingresar, incluyen también las llamadas reformas de ´segunda generación´ para avanzar en la privatización de los sistemas de salud y educación pública. En un cuadro de caída de la tasa de beneficio del capital, es de interés del capital abrir áreas lucrativas en servicios que antes prestaba el Estado. Ya son pasos directos en ese sentido la puesta en marcha de la Cobertura Universal de Salud (CUS) que reduce las prestaciones gratuitas que brindará el hospital público, como así también las reformas educativas encuadradas en la Secundaria del Futuro y la creación de la Unicaba, que descalifican la formación pedagógica en sintonía con la descalificación más general de la fuerza de trabajo.
La sumisión a los dictados del FMI es de tal magnitud que bastó para que en diciembre pasado los técnicos enviados por dicha institución dijeran que hace falta una devaluación del 25% para que el gobierno cambie las metas de inflación, rebaje la tasa de interés e impulse una devaluación de nuestra moneda nacional. La inflación que produjo esta política, sin embargo, se negó a ser compensada en las paritarias, llevando a la práctica la rebaja salarial reclamada por el FMI.
Por todo lo expuesto la visita de la presidenta del FMI debe ser repudiada por esta Legislatura, considerándola una agente del colonialismo y el ajuste capitalista contra nuestro pueblo.
