“El control de precios es un plato recalentado que siempre fue al fracaso desde 1973 en adelante, cuando culminó en el ‘rodrigazo’ y la huelga general de 1975. Fracasó en el Plan Austral de Alfonsín, en la convertibilidad de Menem y Cavallo y después con Cristina Kirchner, Kicillof y Guillermo Moreno.
Jamás les abrieron las cuentas a los formadores de precios. Es una ficción para disimular una política inflacionaria consciente. Solo el FIT Unidad plantea, entre otras medidas, la apertura de libros y cuentas de costos de toda la cadena, al mismo tiempo que un salario, jubilaciones e ingresos que cubran la canasta familiar”
Néstor Pitrola 11 5324-2356