Néstor Pitrola señaló: “La denuncia de que el gobierno hace pagar la crisis a los trabajadores se cristaliza con en el envío del proyecto de movilidad jubilatoria a la baja y de ajuste al Congreso el mismo día que llega la delegación del Fondo Monetario Internacional al país. No es la única ofrenda al FMI: se suma a la restricción/desaparición del IFE 4 y del ATP, que significará más despidos y un Presupuesto 2021 que se apuraron a sancionar en Diputados que ajusta en educación, salud y salarios. Pero mientras tenemos estos golpes a los trabajadores ocupados y desocupados y a los jubilados los fondos de inversión obtienen beneficios extraordinarios. El “contrato social” de CFK y la “unidad nacional” de la UIA, la CGT y el Gobierno son el complemento a esta orientación fondomonetarista. Se vio en Guernica cómo responden a los trabajadores que luchan por resolver sus necesidades más urgentes. Reclamamos paro y plan de lucha a la CGT y la CTA, en defensa de la jubilación, aumento de emergencia y el fin de los despidos, que convoquen a cuerpos de delegados y asambleas en los lugares de trabajo. Es urgente la intervención de los trabajadores en la crisis y convocamos a la Plaza de Mayo para construir una alternativa obrera y socialista y luchar por una salida de los trabajadores.”
Alejandro Crespo dijo: “Esta pandemia ha dejado al descubierto tanto las mezquindades y las desigualdades que existen en nuestro país y en el mundo, así como también, la importancia de la organización de los trabajadores. Se vio con claridad el accionar pro patronal de la burocracia sindical, firmando rebajas salariales, no ofreciendo ninguna resistencia real ante los millares de despidos, permitiendo lugares de trabajo sin un protocolo que evite situaciones constantes de riesgo de contagio; todo esto ante la mirada de los trabajadores que solo vieron luchar a las organizaciones combativas y en particular al clasismo. Desde el SUTNA recuperado, los trabajadores garantizamos la paga al 100% de toda suspensión o aislamiento de cada compañero, elaboramos, impulsamos y defendimos nuestro protocolo obrero ante el covid, abrimos las paritarias, conquistamos un acuerdo salarial por encima de la tendencia inflacionaria, y nos mantuvimos no solo defendiendo las condiciones laborales sino concretando mejoras. La lucha de las organizaciones combativas y clasistas han demostrado que con la organización activa y consciente de los trabajadores se mantiene el temple en alto del conjunto de los compañeros y se enfrenta aun los momentos más difíciles con la fuerza indetenible de la clase obrera. En cada lucha nos vimos unidos a las organizaciones combativas y clasistas de trabajadores, sean ocupados o desocupados, fortaleciendo una unión que es clave para el triunfo de la clase obrera. Para el movimiento obrero, lo que quede de pandemia y la pos pandemia contendrá sin duda grandes desafíos, fuertes luchas, claves y difíciles momentos, pero esta resiente y gigantesca experiencia debe llevar a los trabajadores a la más álgida búsqueda de expulsar a la burocracia de cada lugar de dirección de los trabajadores e imponer una conducción obrera que realmente quiera, organice y brinde todo para la victoria de la clase trabajadora.”