“Las medidas de Massa son el plan antiplatita. Centralmente es la destrucción del ingreso de los jubilados que perderán al mes de noviembre, frente a la inflación esperada alrededor de 50 puntos: el aumento será de 74% hasta noviembre frente una inflación que superará el 120% para entonces. Los bonos electorales para la mínima, sólo disimulan la caída brutal de los básicos frente a la inflación, y esos básicos son los que quedarán desnudos en diciembre, cuando asuma el próximo gobierno. Por otra parte, dos millones de jubilados que están por encima de la mínima no tienen siquiera ese paliativo y desde 2017 hasta ahora habrán perdido la mitad de su poder adquisitivo. Es el desplume del FMI y de quienes nos gobiernan a quienes aportaron una vida”.
“Otro tanto ocurre con el resto de las medidas, porque el bono no remunerativo de $30000 para los trabajadores con ingresos netos menores a los $400 mil, es a cuenta de paritarias, o sea un adelanto de sueldo en algunos casos, en otros ni siquiera eso porque serán absorbidos directamente por los aumentos del mes. No hay aumento del salario mínimo, solo un bono de tres kilos de carne para los planes sociales. Habrá tarifazos reforzados para compensar el bajo impacto fiscal de las medidas. Por eso el FMI aprueba las medidas, porque están acordes a que la crisis la paguemos los trabajadores mediante el ajuste por devaluación e inflación, sin que haya la menor solución a nada. Porque el futuro antes o después de las elecciones avizora nuevas devaluaciones, más tarifazos y más ajustes. Sólo el entreguismo de las direcciones sindicales de la CGT y la CTA pueden permitir esto sin un paro nacional y un plan de lucha. De esta forma, Massa sólo acumula más votos para Milei, preparando una mayor ofensiva contra los trabajadores paralizados por la burocracia sindical”.
Néstor Pitrola 11 5324-2356