“El cepo al cepo del dólar mediante medidas para contener los dólares financieros alternativos es un parche de corto alcance, de tipo electoral y que acumula presión cambiaria poselectoral, algo que siempre se descarga sobre los trabajadores. Se trata de una variable más de inflación reprimida, porque con un dólar oficial que marcha al 1% de aumento mensual contra una inflación real del triple o el cuádruple, acumula una presión devaluatoria que ya sabemos cómo termina. Más aún cuando sabemos que entre las condiciones del FMI está la unificación del mercado cambiario. Pero no es el único motivo para definir una inflación electoral reprimida: están las tarifas que no paran de aumentar, que hoy el Estado solventa mediante subsidios fiscales que no podrá sostener tras las elecciones y menos en el marco del acuerdo que prepara con el FMI. Otro precio “pisado” de la economía es el de los combustibles, donde los monopolios petroleros acumulan reclamos de aumentos.”
Pitrola finalizó “En definitiva, en medio de una inflación enorme prevista para el 2021 de un 45/50%, acumulan inflación reprimida que tenderá a explotar después de las elecciones deteriorando todavía más los ya magullados ingresos salariales, de jubilaciones, de monotributistas y planes sociales. Las maniobras de descompresión en las paritarias por parte de la burocracia sindical, los bonos asistenciales, el adelanto de las miserables cuotas del salario mínimo y aún el piso del impuesto al salario –que se deteriora vertiginosamente- son aspirinas para una enfermedad terminal. El Partido Obrero en el Frente de Izquierda y los Trabajadores, acompañará cada lucha obrera de ocupados y desocupados, de activos y jubilados, con el planteo de un programa de fondo para terminar con la confiscación al bolsillo popular mediante un plan económico y social de los trabajadores que tiene como punto de partida el salario y las jubilaciones basadas en la verdadera canasta familiar, al igual que el ingreso de todos los sectores trabajadores.”
Néstor Pitrola 11 5324-2356