"A raíz de su muerte, la figura del juez neoyorquino que falló en favor de los fondos buitre ha sido evocada como parte de un pasado asociado al defol de Argentina. El pago leonino a los fondos buitre, que comenzó a tramitar el gobierno kirchnerista y terminó consumando Macri con el apoyo de Massa y el Pejota, multiplicó por diez el valor que estos usureros habían pagado por la desvalorizada deuda argentina. La excusa para este arreglo usurario fue, precisamente, la superación de la cesación de pagos. Pero a partir de entonces, el macrismo y los gobernadores han avanzado en un endeudamiento que orilla hoy los 350.000 millones de dólares, elevando en más de 100.000 millones la ya elevada hipoteca que dejó el kirchnerismo. Este proceso ha asegurado beneficios extraordinarios a los especuladores internacionales. Pero más de uno de ellos ha salido a alertar, otra vez, sobre la `solvencia` argentina. El FMI, en esa línea, ha exigido como garantía de pago de la deuda a la entrega de los fondos jubilatorios. Pero ello no impide que continúen la sangría de divisas y la fuga de capitales, disimulada con nuevo endeudamiento.”
“Los que se jactan de haber sacado al país de la anterior crisis de deuda preparan una crisis superior. Desde luego, todos los nuevos compromisos de deuda reconocen a la jurisdicción internacional en caso de producirse litigios respecto de su pago. La condición colonial que está asociada a la deuda usuraria de Argentina no se muere con Griesa: los futuros jueces que levantarán el martillo contra el país no están para nada lejanos", agregó Ramal
"Pero el problema mayor no son ellos, sino la orientación de los partidos y gobiernos que, en Argentina, han reforzado a la deuda externa como factor de sometimiento nacional. El repudio de esta carga intolerable, y la reorientación del ahorro nacional en función de las necesidades de la mayoría laboriosa, sólo tendrá lugar con un gobierno de trabajadores".