“En la Legislatura porteña, cuando todos los bloques políticos dedicaron unas palabras a la conmemoración del 24 de marzo, la representante del PRO, Cecilia de la Torre, abogó para que “la desclasificación de los archivos sea el primer paso para el final de los juicios”. La línea argumental es conocida: el conocimiento de “la verdad” debe abrir paso a la reconciliación. Uno de los principales ideólogos del macrismo, Ivan Petrella, ha ido más lejos: si se les ofreciera a cambio una nueva amnistía, escribió, los genocidas sobrevivientes podrían aportar datos sobre el destino de los desaparecidos o niños secuestrados” sostuvo Ramal.
“En estos días, el macrismo le puso la última puntada a la larga tarea de rescatar la deuda usuraria que agigantó la dictadura, y que pagaron –y revalidaron- los partidos de la llamada democracia argentina. La política de recolonización financiera que plantea ese rescate exige también una mayor sujeción política y militar, por un lado, y “recolocar” a las fuerzas armadas en la vida interior, por el otro. Para ello, el macrismo debe encontrar a su propio Milani. Pero antes, debería amnistiar las fechorías de los genocidas. Por lo pronto, el gobierno que celebra la “desclasificación” de Obama mantiene bajo cuatro llaves los archivos de sus propios servicios y su larga historia desde la dictadura hasta el presente, pasando por la AMIA, Maxi y Darío, Jorge Julio López y Mariano Ferreyra” continuó el legislador del FIT.
“Toda esta situación coloca a la orden del día la necesidad de una enorme movilización el próximo 24 de marzo, para denunciar el nuevo punto final que traman Macri, el departamento de Estado y los buitres” finalizó.
