El prolongado corte de la autopista Richieri realizado ayer por los trabajadores de Rasic-Cresta Roja fue un nuevo paso en el plan de lucha que vienen llevando adelante día a día, para defender los 5000 puestos de trabajo puestos en peligro por el vaciamiento patronal realizado con la complicidad de la intervención oficial.
Los trabajadores arrancaron mediante una movilización al Municipio de Echeverría a comienzos de semana y la realización de una reunión entre autoridades del Ministerio de Economía nacional y representantes de los cuatro municipios donde hay plantas de Rasic (Ezeiza, Echeverría, Cañuelas y Monte). Allí, el Gobierno nacional dijo haber asignado unos 40 millones de pesos, siendo parte de los recursos comprometidos en el acuerdo firmado en agosto para mantener la fábrica abierta, pero los funcionarios de la intervención provincial lo desmintieron. No surgió de la reunión ningún nuevo compromiso de los representantes distritales o del Gobierno nacional para recuperar la fuente de trabajo en crisis.
Ayer, los trabajadores cortaron por segundo día consecutivo la autopista Richieri, en las cercanías del aeropuerto internacional Ministro Pistarini. Han resuelto en su asamblea la necesidad de que se realice un paro nacional de alimentación para quebrar el aislamiento. Esto ha llevado al sindicato de alimentación provincial a convocar medidas de acción más parciales para el lunes que viene y a citar una reunión de delegados.
Denunciamos que la indiferencia de los representantes del Estado en todos los niveles frente al derrumbe de esta fuente de trabajo responde a la decisión política de Scioli, Macri y todo el arco político patronal de resolver la crisis financiera del Estado y de las empresas capitalistas con un ajuste, devaluación, tarifazos, congelamiento salarial y despidos que pagarán los trabajadores.
Llamamos a rodear de solidaridad esta lucha. Reclamamos al sindicato y a la Federación de la Alimentación un paro general de 24 horas en defensa de Cresta Roja. Exigimos la investigación y apertura de los libros de la empresa a los trabajadores y a la comunidad toda para revelar si efectivamente se desembolsaron los recursos y, en ese caso, si hubo una malversación de los fondos. Que se procesen a los empresarios y funcionarios de comprobarse la malversación.
Ni cierre, ni despidos, ni rebaja salarial. Que el Estado garantice la continuidad de la producción. Que la crisis la paguen los Rasic y no los trabajadores. Los Rasic deben responder con su patrimonio por las deudas con los trabajadores.
Todos somos Cresta Roja.
19/11/15