“La inflación de febrero del 3.6% muestra que las paritarias se están firmando a la baja y que el acuerdo de precios y salarios es una trampa”

El dirigente del Partido Obrero y legislador del FIT (MC) Gabriel Solano se refirió a los anuncios realizados por el INDEC sobre la inflación de febrero:

“El 3.6% de inflación de febrero, que lleva a un acumulado en el primer bimestre del 7.8%, confirma que las previsiones establecidas por el ministro Guzmán en el Presupuesto 2021 son un dibujo sin fundamento. Como lo han señalado todas las consultoras, la inflación superará largamente el 29%, acercándose al 50%. Por lo pronto, para el mes de marzo hay unanimidad de que la inflación ya tiene como piso el 4% y queda por ver los impactos que tendrán los nuevos aumentos de tarifas”.

“Como ya ha sucedido en los últimos meses, el rubro de alimentos crece por encima del promedio, lo cual agrava la cifras de pobreza e indigencia, pues las familias con menores ingresos deben disponer de casi todos sus recursos para costear su alimentación. Se trata de un nuevo golpe, cuando la pobreza ya alcanza al 60% de los menores de 18 años en la Argentina”.

“Al quedar desmentidas las previsiones de inflación defendidas por el gobierno, también se cae el relato de que este año los salarios le ganarán a la carestía. Las paritarias se están cerrando entre el 29 y el 33%, cuando como ya dijimos la proyección de la inflación la ubica en el orden del 50%, o sea unos 20 puntos por encima. Otro tanto sucede con las jubilaciones, que sufrirán también un nuevo golpe, pues los aumentos previstos quedan debajo de la
inflación del último trimestre. El bono compensatorio deja afuera a quienes ganan más de $ 30.000 y además no acumula para los aumentos subsiguientes”.

“La responsabilidad sobre el proceso inflacionario recae en la política oficial. Por un lado, la emisión monetaria usada para subsidiar a las empresas fue derivada en una especulación contra el peso, de efectos inflacionarios. A la vez, el aumento del precio de las materias primas se tradujo a los precios internos, sin que el gobierno aplique ninguna política de resguardo. La amenaza de aumentar las retenciones fue archivada en búsqueda de que el capital agrario liquide la cosecha para conseguir las divisas necesarias para el pago de la deuda pública y privada. Otro motor de la inflación ha sido el aumento de los combustibles, que tuvo a YPF como protagonista principal”.

“La inflación lejos de ser una cuestión técnica, implica una transferencia de riqueza de los trabajadores al capital, que se incrementa sus beneficios de modo ostensible. Llamamos la atención sobre este hecho a los trabajadores y advertimos que el llamado acuerdo de precios y salarios anunciado por el gobierno es una trampa para descargar la crisis sobre quienes viven de su trabajo. Es necesario un plan de lucha de las organizaciones obreras para evitar una
nueva licuación de los salarios”.

 

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