“Kicillof redobló la apuesta ante el envío presuntamente unilateral de gendarmes por parte de Aníbal Fernández, reclamando 6000 efectivos y señalando que no llegó uno sólo de los 1000 prometidos. El plan de cinco comandos en las llamadas zonas calientes es un réplica del plan “Centinela” que ya fuera aplicado en tiempos de Berni en la seguridad nacional y que no cambió en absoluto el sistemático crecimiento del narcotráfico en el conurbano y periferia de La Plata. Los gendarmes son un factor de control de la juventud y las barriadas hambreadas por la descomunal crisis social que genera la inflación en general y la inflación en alimentos en particular. El objetivo del envío de la Gendarmería que debería evitar el ingreso de la droga en las fronteras es de control social en un país que camina en la cornisa del estallido financiero, económico y social. Varios han señalado además que si en la Provincia hay menos muertos que en Rosario es porque la propia Bonaerense controla el negocio de la droga. Gendarmes y policías persiguen a la juventud pobre. La Bonaerense ejecuta el creciente gatillo fácil pero los bunkers de los narcos siguen vivitos y coleando.”
Pitrola finalizó “Promovemos la investigación independiente de todos los vínculos entre las fuerzas policiales, la Justicia y los punteros patronales con las bandas que controlan el narcotráfico. Urbanización de los barrios populares. Que se abran los libros de las comisarías y dependencias policiales de todas las fuerzas a comisiones de control popular. El desmantelamiento del aparato represivo. La descomposición que reina en los aparatos represivos es la expresión más aguda de la descomposición a la cual ha arribado el Estado capitalista y del desastre social al cual nos están arrastrando a todos los trabajadores. La salida es que se vayan los políticos capitalistas responsables de esto.”
