Jornada de movilización del Frente de Izquierda el próximo 30 de mayo

Rechacemos este nuevo saqueo nacional. Abajo el pacto Macri-FMI; por el no pago de la deuda externa. Inmediato paro activo nacional y plan de lucha.


El llamado del gobierno de “Cambiemos” al Fondo Monetario Internacional es una confesión rotunda de la crisis económica y política a la que están llevando al país. Después de dos años de ajuste y endeudamiento por 140.000 millones de dólares, el macrismo ha llevado  a la Argentina a una nueva crisis nacional.


Para afrontar este desastre, el gobierno y el Fondo Monetario discuten ahora una salida a costa de los trabajadores y el pueblo: una profundización en el ajuste y la entrega que ya están aplicando. 


Pero incluso antes de firmar este acuerdo, que tiene el aval de Trump y el  resto del imperialismo, el FMI ya impuso su primera exigencia: una gran devaluación de la moneda, que ha desvalorizado en una cuarta parte a los salarios y haberes jubilatorios, y a todos los gastos sociales. Esta devaluación representará otro salto en la carestía: en los alimentos y productos de primera necesidad; en las cuotas de los deudores hipotecarios atados al régimen UVA de capital y cuotas ajustadas por inflación. 


Y principalmente, llevará a otro salto en los tarifazos,  porque el gobierno ha dolarizado los valores de la energía y los combustibles.    


¿A dónde irán a parar estos recursos arrebatados a los trabajadores?  A resarcir a los fondos internacionales que obtienen beneficios extraordinarios con la deuda argentina.  A los que se benefician ahora de la nueva y precaria “bicicleta” financiera que recreó el gobierno, y que le asegura a estos especuladores rendimientos del 40% anual. Semejante nivel de saqueo, sin embargo, no le servirá al gobierno para zafar de una mayor crisis y nuevas protestas. 


En medio de este derrumbe económico y político, el gobierno “Cambiemos” ha salido a plantear un “Gran Acuerdo Nacional”.  Quieren un blindaje político para el acuerdo con el FMI, y las medidas antiobreras y antipopulares que se preparan.  Este llamado va dirigido a una oposición patronal que, desde el Congreso a las gobernaciones le ha votado y avalado al gobierno todas las leyes de ataque a los trabajadores y entrega del país, desde el pacto con los fondos buitre en adelante. Denunciamos a esta oposición patronal cómplice que, en aras de ese pedido del gobierno, ya ha comenzado a negociar la postergación, modificación  –o incluso el archivo definitivo- de la ley que ellos mismos redactaron sobre el recorte a los tarifazos, aun cuando ésta ya tenía un alcance ultramezquino. El kirchnerismo dice oponerse a esta política, pero sin ningún planteo de medidas para que la crisis la paguen los que la provocaron y no el pueblo trabajador. Todos los gobernadores K aplican el ajuste macrista, como Alicia Kirchner en Santa Cruz que implementó un congelamiento salarial.  En definitiva, son los mismos que, cuando gobernaron el país durante 12 años, pagaron puntualmente la deuda externa fraudulenta y usuraria –así lo hicieron en beneficio del propio FMI – y también la acrecentaron. 


La burocracia sindical de la CGT y la CTA, en sus diferentes variantes, sigue este libreto cómplice de la oposición patronal.  Más allá de los lamentos verbales sobre el FMI, o la promesa difusa de algún paro aislado ¡para dentro de un mes!- carecen de cualquier política de lucha para enfrentar este saqueo.  El triunvirato de la CGT pactó la ley de reforma laboral y todas las cúpulas sindicales ahora nos llaman a que esperemos sentados “hasta el 2019” los mismos que hoy, ante la enorme crisis nacional, no pueden ofrecernos ni una política en defensa de los trabajadores, ni un rumbo de lucha. 


Los opositores de los partidos patronales y burócratas sindicales que se suban a este pretendido “Gran acuerdo”, sólo pueden terminar hundidos junto al propio gobierno. El Frente de Izquierda, por el contrario, luchará por unir y poner de pie a la clase obrera y a sus organizaciones, a las mujeres y a la juventud, para derrotar esta nueva tentativa antiobrera y colonial y abrirle paso a una salida de los trabajadores a esta crisis nacional. 


Por eso, llamamos a empeñar todos los esfuerzos por la victoria de las luchas en curso, y, en primerísimo lugar, del gran paro provincial de los docentes de Neuquén, en defensa del salario y la educación pública, de los trabajadores de Cresta Roja, de los despedidos del hospital Garrahan, de los terciarios contra el proyecto de UNICABA, de los trabajadores del Subte, de los tercerizados del Sarmiento, de los obreros de la ex Stani, de las enfermeras del Posadas. Repudiamos la represión a estas luchas obreras,  la cual, a fuerza de palos y detenciones,  pretende terminar con el derecho de huelga. 


Con lucha se han arrancado las reincorporaciones de todos los mineros en lucha en el Turbio y de un sector de los delegados de INTI, de los trabajadores de Ferrobaires y de los estatales del Ministerio de Hacienda y Finanzas.  En esa línea, el FIT apoya los esfuerzos del sindicalismo clasista y combativo por reagruparse para resolver acciones de lucha dirigidas a poner de pie a las grandes organizaciones obreras levantando un programa propio de los trabajadores de salida a la crisis nacional.  


Los trabajadores tienen que seguir el rumbo de las grandes movilizaciones de diciembre de 2017 contra el robo a los jubilados y profundizarlo, para reunir la fuerza capaz de derrotar al gobierno. 


    Contra el plan antiobrero del gobierno, el FMI y sus cómplices de la oposición patronal, planteamos un programa de los trabajadores: 


    -Abajo el acuerdo entre Macri y el FMI. No pago de la deuda externa, y que esos fondos vayan a salario, trabajo, salud, educación y vivienda.


    -Reapertura de las paritarias, abajo el techo salarial del 15%, ajuste mensual de salarios y jubilaciones de acuerdo a la inflación. Basta de despidos.  No a la reforma laboral


    -Anulación de los tarifazos desde enero de 2016 hasta hoy. Apertura de cuentas a las privatizadas a comisiones de control obrero, fin de concesiones a las empresas privadas. Nacionalización de la industria energética y de transporte. Estatización de todas las empresas privatizadas, bajo gestión de los trabajadores y el control de los usuarios populares. 


    -Nacionalización de la banca y del comercio exterior. Por un plan económico de la clase obrera que le dé solución a todas las demandas del pueblo.  Por un gobierno de trabajadores. 


    -¡Abajo la represión a las luchas obreras!


Para impulsar este programa, el Frente de Izquierda gana las calles, lugares de trabajo y estudio, con una primera jornada de movilización el próximo 30 de mayo.   Llamamos a debatir en todos los sindicatos y centrales obreras la exigencia de un inmediato paro activo nacional, y un plan de lucha en el camino de preparar la huelga general hasta la derrota del plan de los capitalistas, su gobierno y sus partidos.   


Frente de Izquierda y de los Trabajadores 22/5/2018

.