“Ha nacido la expresión política de la clase obrera argentina”

Discurso Jorge Altamira en el Plenario Sindical en apoyo a la fórmula Altamira-Giordano - Pitrola-Sobrero del Frente de Izquierda, Lista Unidad

Compañeras y compañeros:


Asistí al desarrollo de todo este plenario. Acompañé a cada uno de los discursos y quiero aportarles mi conclusión sobre este plenario.


Estoy convencido de que en el día de hoy ha nacido la expresión política de la clase obrera argentina -después de décadas y décadas de ausencia de una expresión política de la clase obrera. Porque lo que ha ocurrido hoy es que los dirigentes obreros combativos, los más consecuentes, los luchadores, los más sacrificados, se han pronunciado directamente por una lucha política. No es que ‘integran la lista de un frente’: son los que han marcado que la clase obrera de este país ha decidido ponerle fin a una etapa de la historia y empezar una etapa completamente nueva.


 



 


Hoy ha nacido la expresión política de la clase obrera argentina para las próximas décadas.


 


 


Cordobazo


Esto me lleva a un tema recurrente: las tentativas del movimiento obrero de crear su propia expresión política en el pasado su instrumento político, su dirección política.


 


Más o menos por esta fecha del año, en 1971, estuve presente en el Congreso de Sitrac-Stram, donde se discutieron los mismos problemas que se han discutido aquí. Les puedo asegurar –naturalmente estoy abierto a la discusión- que este plenario es más representativo que el plenario de Sitrac-Sitram. Mucho más representativo. La época era diferente: el 29 de mayo de 1969 y una semana antes en Rosario y antes en Corrientes, se habían producido los “Rosariazo”, después el “Cordobazo”, y después el “Rocazo”, el “Tucumanazo” y el “Mendozazo”. Era una época de características revolucionarias. Épocas de características revolucionarias que todavía tienen que conformarse en la Argentina actual.


 


No estamos en la misma época, pero este plenario, en esta época, está jugando el rol que pretendió jugar aquel plenario en aquella época y que no fructificó por un conjunto de limitaciones políticas, pero sobre todo por la masacre provocada por la dictadura militar.


 


Limitaciones


Nosotros retomamos ese camino: hoy aquí se está realizando el ideal político del congreso de Sitrac-Sitram de 1971, de los compañeros de Villa Constitución de 1975, de sus plenarios. Esos plenarios tenían una limitación: en Madrid había un hombre, que para una mayoría del pueblo argentino venía a ser ‘el salvador’, y parte de esas ideas las tenían los luchadores obreros y de izquierda en el congreso de Sitrac-Stram; y los que no la tenían consideraban inoportuno expresarse sobre el punto. De ese modo, dejaron servido el ‘rescate político’ del Estado, en un período revolucionario, a quien después vendría al país y provocaría el proceso de ‘contención’ y de represión, y abriría el paso a la dictadura militar.


 


Nosotros, ya en aquella época, pensábamos diferente a lo que pensaban los compañeros. Podíamos estar equivocados nosotros y ellos tener razón. En realidad, teníamos razón. Los compañeros estaban equivocados, pero muchos compañeros de Sitrac-Stram vinieron después -ya mayores- y acompañaron este proceso político de independencia de clase – y hago homenaje a Gregorio Flores… [APLAUSOS] y hago un homenaje político al compañero Páez; y un homenaje político a las generaciones que con su esfuerzo marcaron esta tentativa que nosotros tenemos que llevar a la victoria. [APLAUSOS]


 


Revolución


Este plenario, a la luz de lo que estoy diciendo, es algo más que una ‘renovación’. Este plenario es una revolución en la clase obrera y los protagonistas somos nosotros.


 


Nosotros somos los protagonistas de esta revolución en la clase obrera.


 


Es para mí una enorme satisfacción, como parte de la generación del Cordobazo, estar presente en esta revolución, compartiendo una fórmula con Giordano y con todos nuestros candidatos de todo el país, con los luchadores que hoy están librando peleas en todos lados: Cresta Roja, la línea 60, la pelea de Acindar -una pelea fundamental en el movimiento obrero. Compartiendo con todos ellos, el Cordobazo está presente. Nosotros somos la generación del Cordobazo y no nos bajamos de este caballo hasta ver la victoria definitiva y completa de la clase trabajadora. [APLAUSOS].


 


Frente único


Ésta es mi conclusión política esencial. Como todas las conclusiones políticas se adelanta a lo que viene (de lo contrario no serían conclusiones políticas), Porque la conclusión política es la premisa de un nuevo desarrollo: lo que vamos a desarrollar. Esto es lo que vamos a discutir, y lo hacemos con método: para nosotros, estas elecciones son como una huelga, son como un corte de ruta, o como un piquete. Y en un corte de ruta, en una huelga, y acá las elecciones, los trabajadores tenemos que llevar adelante una unidad de acción porque sólo la unidad de acción permite distinguir a un campo del otro campo. Cuando los trabajadores van dispersos no sólo no van a triunfar, porque no están unidos, sino que tampoco se ve con claridad quiénes son los trabajadores y quiénes no son los trabajadores; porque unos trabajadores van por un lado y otros trabajadores van por el otro; unos votan a Massa y otros votan a Scioli.


 


La unidad de acción implica, al mismo tiempo, la completa delimitación de campos: en términos de clase, nosotros, los trabajadores con un propósito político y la clase capitalista del otro lado, con otro propósito político. Este es el problema de la ‘unidad de acción’.


 


Cuando estuve en Rosario comenté este asunto de los debates y la lucha por el frente único, y dije lo siguiente: “Si hacemos un debate… y en el debate lo demolemos a Nicolás del Caño, ¿hemos ganado? No. Hemos perdido”. Hemos perdido. No quiero un debate para demoler a Nicolás Del Caño porque simplemente demostraría el abismo que nos separa. Renuncio a ganar una polémica porque defiendo el interés general de este movimiento.


 


Es una lucha política muy seria. He perdido compañeros por la derrota anterior. No los vamos a ver nunca más. Tenemos que aprender de las derrotas. Acá no hay una postura de uno u otro ‘candidatos’. Acá hay conclusiones políticas de décadas de sufrimiento, de retroceso y de grandes avances de la clase obrera.


 


Pronunciamientos enormes


Volvamos al principio. Negociación va, negociación viene y la Federación Nacional de Aceiteros decide la huelga general indefinida. ¡Grande, aceiteros!


Nosotros, la izquierda, sostenemos que para doblegar a las patronales no hay que hacer paros aislados sino una huelga indefinida; los compañeros de la 60 protagonizan una lucha sin tregua para quebrar el lockout patronal. Para triunfar tenemos, primero, que ir a una huelga indefinida.


 


Dos, para sostener la huelga indefinida hay que hacer piquetes. Muy bien.


 


Tres: queremos un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar. Es el planteo histórico de la izquierda, el derecho mínimo del que trabaja, bajo el capitalismo, de que por lo menos pueda llevar el sustento al hogar. Por eso es explotado. El tipo que es explotado sacrifica su desarrollo personal porque tiene que defender una familia: es el mínimo derecho bajo el capitalismo. El derecho de los trabajadores es la emancipación del trabajo y la explotación, pero bajo el capitalismo ese salario es un derecho mínimo.


 


¿Y cuánto es la canasta familiar? ¿Qué dice el Indec? ¿Qué dice la Universidad Católica? “Me ne frega”. El sindicato aceitero investiga y dice: “El costo de la canasta familiar es 14.000 pesos”; van a la huelga indefinida, van a los piquetes, nosotros vamos a los piquetes para apoyarlos, se desarrolla esa huelga. Tres semanas de huelga indefinida. Triunfan los compañeros. Una victoria histórica del movimiento obrero.


 


Al poco tiempo, nos ponemos tristes: qué lastima… en un diario, en chiquito, leemos: “el secretario del gremio de los aceiteros apoya a Víctor De Gennaro”. ¡Qué cagada –digo!. Cómo nos cuesta madurar. Pero son mentiras. Eso es lo que quiso entender un periodista. El secretario general de la Federación Nacional de Aceiteros y el secretario general de seccional Rosario – Aceiteros apoyan con alma y vida al Frente de Izquierda y a nuestra lista Unidad. [APLAUSOS]


Es un pronunciamiento político muy significativo: el pronunciamiento de estos dirigentes traduce el sentimiento de los trabajadores. Había carteles de los distintos partidos del Frente de Izquierda sostenidos en los piquetes por los obreros aceiteros. Los obreros aceiteros, en los piquetes, ya habían decidido que marchaban con el Frente de Izquierda y eso es lo que entendió su secretario general, que hace este pronunciamiento.


 


¿Es o no esto el nacimiento de la expresión política de la clase obrera en la Argentina? Lo prueban estos dos grandes pronunciamientos.


 


Lo prueba también la presencia en la mesa del plenario, el Sitraic, que lleva adelante lucha implacable contra la peor burocracia, obra por obra, y ustedes saben que no es ‘moco de pavo’ ir a pelear una obra, por intensa y sacrificada que sea cualquier otra pelea… ustedes saben por los diarios cuáles son los métodos de la burocracia sindical de la Uocra. Hay que ir a pelearla: es el sector más explotado de los trabajadores, el que tiene los peores convenios -que tampoco se cumplen en las obras.


 


Hemos tenido reuniones con centenares de trabajadores de Sitraic que apoyan al Frente de Izquierda.


 


Tenemos la presencia de los compañeros ferroviarios, los trabajadores de la Salud, tenemos los mejores dirigentes docentes –y no tenemos uno sino tenemos dos: en Amsafe tenemos a María Elena Molina y Daniela Vergara. Lo que a los otros les escasea nosotros lo producimos cada vez más.


 


Distraccionismo


Entonces, este pronunciamiento político de parte de estos compañeros también marca que acá ha nacido esta expresión política de los trabajadores – y es lo que no podemos perder como perspectiva. Porque esta es la verdadera perspectiva en la que estamos instalados. Lo otro son escaramuzas faccionales. Un revolucionario tiene que dejar de lado las escaramuzas faccionales; no se puede trenzar en cualquier discusión que debilite la fuerza del movimiento obrero para la victoria común. No se puede dejar distraer. Acá, hay que enfocarse, hay que concentrar las energías: peleamos contra el capital.


 


Otra reflexión: hay movimientos de izquierda que están surgiendo en distintos países del mundo. Ha habido un gran movimiento de indignados que luego combatió los desalojos en España, y eso dio a un movimiento político. Lo vemos en Grecia, lo vemos en otros países de Europa, lo vemos en algunos países árabes.


Lo que distingue a nuestra experiencia política, que se manifiesta en este plenario, es que ella es la expresión del desarrollo de la clase obrera: en la industria, en el comercio, en el transporte y en el campo. Es la expresión más avanzada porque es el producto del propio movimiento obrero: se conjugan las experiencias políticas de la izquierda y las del propio movimiento obrero. Y este movimiento obrero tiene esta conciencia política, y me acuerdo de los compañeros gráficos de zona sur, de los compañeros papeleros de Quilmes, que son contingentes y contingentes de delegados de las principales empresas internacionales del papel que apoyan al Frente de Izquierda. Esta es la conclusión que estoy sacando hoy, aquí.


 


Desmoronamiento


Esto transcurre en un momento de desmoronamiento de la clase capitalista. Ese desmoronamiento no está desmentido por la ferocidad que pone para evitarlo sino que lo confirma.


 


Cuando el compañero Juan Carlos Giordano nos señala lo ocurrido en Río Gallegos está haciendo una observación muy aguda. Porque Río Gallegos es la sede de la camarilla gobernante, que no puede controlar una crisis municipal, como antes tampoco pudo controlar tres crisis de gobernadores. Es decir, es la crisis general del Estado, una crisis de los servicios de espionaje, vinculados con la Justicia, las camarillas judiciales… se matan entre ellos. Hay jueces que no son jueces, hay fiscales que no son fiscales, y hay ‘gatillos fáciles’ a los cuales nadie hace justica y estamos en la calle combatiendo esa represión contra nuestra juventud. Hay un desmoronamiento del Estado que en el momento en que el movimiento obrero de este país nuestro construye su expresión política. Tenemos que llevar estas perspectivas hasta el final.


 


En estas elecciones, ya mismo y lo observé el otro día y fue comentado, tenemos la posibilidad de ingresar al Congreso nacional en lugares fundamentales. Personalmente, ‘me juego’: Liliana Olivero será la diputada nacional del Frente de Izquierda en el próximo Congreso.


 


Y si la Lista Unidad se afirma en las internas de Santa Fe… la próxima diputada nacional por Santa Fe será la compañera Jorgelina Signa.


 


Así fue presentado en un programa de televisión en Rosario, hace dos o tres días (perdí la noción del tiempo de tanto ir a un lugar para otro) hace dos o tres días, por el principal comunicador político de la televisión, en el campo progresista, de izquierda o centroizquierda. Tenemos, por un lado, un horizonte muy amplio para los trabajadores y, al mismo tiempo, un desmoronamiento del régimen político. Vamos adelante, para imponer nuestra agenda en esta crisis.


 


Por la victoria


A diferencia de la rebelión de 2001, cuando la gente diga ‘que se vayan todos’ agregará: ‘y que se quede el Frente de Izquierda y asuma el poder político’. No asistimos, con este plenario, a un hecho circunstancial. Esto es la maduración de todo nuestro pueblo. Hay que respetar la inteligencia de ese pueblo y a partir de esa inteligencia desarrollar su conciencia de clase.


 


Como ustedes ven, compañeros, el optimismo es absoluto. Nosotros hoy, en este plenario, todos juntos, vuelvo a decir que hemos producido el comienzo de una revolución. Para nosotros, las ‘renovaciones’ como el ‘reformismo’ son tareas menores. Nosotros trabajamos para la revolución del movimiento obrero, la revolución socialista en la Argentina, para la victoria de los explotados de todo el mundo, lo cual pondrá fin a las masacres, a la guerra, a la humillación, la opresión y a la enajenación completa del ser humano.


 


¡Vamos, Frente de Izquierda! ¡Vamos, clase obrera! ¡Vamos, luchadores!


Hasta la victoria, siempre.   


 


 

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