Gabriel Solano realizó un balance de la crisis nacional señalando: “Argentina se acerca a un precipicio económico, político y social. El país ha sido fundido por la política que llevaron adelante el peronismo, el macrismo, el kirchnerismo y todas las fuerzas que nos han gobernado en las últimas décadas. Ellos son los responsables de que el 55% de nuestros pibes sean pobres y del crecimiento de la indigencia en un país productos de alimentos. El Frente de Todos, que prometía dejar atrás la experiencia macrista, terminó arrodillado ante el FMI y aplicando sus planes de ajuste con el aval directo de Cristina Kirchner y La Cámpora. Necesitamos más que nunca un nuevo ´que se vayan todos´ para echar a los políticos capitalistas y que gobiernen la izquierda y los trabajadores”.
“Para echar a estos políticos y conquistar un gobierno de los trabajadores tenemos que poner en pie un movimiento popular con banderas socialistas. La oportunidad para hacerlo es la quiebra definitiva del peronismo que se ha transformado en una marioneta del FMI. Este movimiento popular ya se está gestando en las barriadas, en los sindicatos, en los lugares de estudio, entre la juventud y las mujeres. El Partido Obrero está jugado con todo a esta perspectiva, pero no así todo el Frente de Izquierda. El PTS, por ejemplo, lanzó sus candidatos un año y medio antes de las elecciones mostrándose como una izquierda asimilada al régimen. Lo ha hecho, además, con permanentes guiños al kirchnerismo. Llamamos a abandonar este rumbo y encarar en común una gran campaña política y de lucha, para lo cual proponemos la realización de un Congreso del Frente de Izquierda para el mes de marzo, abierto a los miles y miles de luchadores. La acción de la izquierda es clave para que la frustración y la bronca no se ha canalizada por expresiones reaccionarias y fascistas como la de Javier Milei”.
Romina Del Plá sostuvo: “El gobierno nacional junto a la oposición de Juntos por el Cambio acaban de votar un Presupuesto 2023 de ajuste en vivienda, en educación, de mayor endeudamiento pero que mantienen los beneficios a empresarios y banqueros, y los subsidios a la educación privada. Este presupuesto también lo votaron los diputados de todas las alas de la burocracia sindical, tanto los que provienen de la CGT como de la CTA. En el plan económico diseñado por y para el FMI no hay ninguna grieta. La única grieta real es la de los trabajadores y las luchas obreras por salario, por condiciones de vida y de trabajo y por trabajo genuinos frente a los políticos capitalistas. Y en este sentido la lucha del SUTNA marca un camino para arrancar los reclamos con la unidad de los trabajadores. Los y las trabajadores ocupados y desocupados, los jubilados, los jóvenes tenemos que romper con los políticos capitalistas y avanzar en organizarnos con banderas independientes para enfrentar el ajuste de todos los gobiernos y poner en pie un movimiento popular con banderas socialistas.”.