Solano señaló: “Al cumplirse dos años del gobierno de Milei Argentina está asediada por despidos, cierre de empresas y el derrumbe del consumo. Las estadísticas son abrumadoras. El consumo masivo de noviembre con relación a octubre tuvo una caída superior al 9%. Se trata de un verdadero derrumbe que refleja hasta dónde llega la desvalorización del salario y de las jubilaciones. Una reciente pirámide social elaborada por una prestigiosa consultora arrojó que casi el 80% de los hogares tiene ingresos por debajo de los $2.000.000, lo que en la actualidad está lejos de cubrir una verdadera canasta familiar. El gobierno contribuye conscientemente a esta confiscación de los trabajadores estableciendo un salario mínimo de apenas $334.800 y fijando paritarias en el Estado muy por debajo de la inflación real”.
“La situación del empleo es igual de grave. En estos 2 años de gobierno de Milei se perdieron ya 276.000 puestos de trabajo y cerraron 19.000 empresas. Este número, de por sí gravísimo, está llamado a incrementarse con la nueva ola de despidos que estamos viviendo en la industria, el comercio y la construcción. En los últimos días la novedad ha sido empresas de gran envergadura, varias de ellas multinacionales, que anunciaron despidos o directamente el cierre definitivo por la caída de las ventas en el mercado interno y la dificultad para exportar. A los despidos en el sector privado deben sumarse los que se ejecutan en el sector público. Hay que tener en cuenta que Adorni acaba de anunciar una nueva tanda de despidos, que rondarían los 25.000. Los trabajadores despedidos no logran encontrar nuevos trabajos, porque Argentina está virtualmente en recesión. El único segmento que tiene un crecimiento neto es “intermediación financiera”, que genera muy pocos puestos de trabajo. Las estadísticas de desocupación registran defectuosamente el impacto de los despidos, porque quienes se vuelvan a trabajos precarios en las empresas de aplicación aparecen como ocupados, a pesar de los magros ingresos que logran”.
“Esta crisis social expresa el callejón sin salida de la economía de Milei. El resultado electoral favorable no puede ocultar que su gobierno ha sobrevivido sobre la base a medidas excepcionales y salvatajes, primero el blanqueo de capitales, luego el préstamo del FMI y por último el rescate de Trump – Bessent. Incluso la baja de la inflación, que el gobierno reivindica como su principal activo, no solo se ha detenido, sino que comienza a sufrir una reversión. Una alteración del tipo de cambio, como reclama el FMI y buena parte de la clase capitalista, volverá a impactar nuevamente sobre el índice de precios. El salvataje de Trump tampoco asegura el pago de la deuda del año entrante, lo que ha obligado a Caputo a salir tomar deuda en el mercado local de emergencia”.
“Para zafar de este cuadro de crisis el gobierno busca impulsar una reforma laboral que le permita mantener el apoyo empresarial, en momentos donde crecen reclamos por la ola importadora desde China. Pero con la grave que es la liquidación del derecho laboral para los trabajadores, lejos está de superar las contradicciones de fondo de la política económica de Milei”.
Por último reflexionó: “Para los trabajadores el gran desafío es enfrentar esta situación con un programa propio y un plan de acción que le permita defender los puestos de trabajo, el salario e impedir que se avance con la reforma laboral y todo el paquete reaccionario de Milei. Esa tarea no vendrá de la burocracia sindical de la CGT ni de la oposición cómplice, sino de los trabajadores y la izquierda”
