Sr. Presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano
Diputado Leonardo Grosso
Me dirijo a Ud. por este medio, dado que no integro la Comisión, y quisiera solicitarle que disponga una pronta reunión de la misma con el fin de dar tratamiento a un tema tan sensible y urgente en nuestro país como es la suspensión y prohibición de los desmontes, y cambios de uso del suelo. A tales efectos, he presentado en noviembre del año pasado un proyecto de ley (Expte. 5057-D-2019), que considero debe ser –junto con todos los que hubiere sobre el tema- de inaplazable consideración de la comisión y de la Cámara de Diputados.
Desde el año 2007, en el que este Congreso sancionó la ley de bosques, con el proclamado propósito de poner freno a los desmontes por la expansión de la frontera agrícola, se presuponía que la norma iba a detener la pérdida incesante de superficie boscosa en todo el país. Pero nada de eso ocurrió, y se continuó con la tala indiscriminada. Agravándose aún más la situación por los diferentes procesos de recategorizaciones ocurridos en varias provincias.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a Argentina entre los 10 países que más desmontaron entre 1990 y 2015: se perdieron 7,6 millones de hectáreas, a razón de 300.000 hectáreas al año. Osea, un 3 % de la deforestación global ocurre en la Argentina. Realmente una triste estadística. Bajo el período del gobierno de Macri, lejos de revertirse, el avance de los desmontes y el descalabro ambiental y social que provocan, continuó.
En la actualidad, la pandemia del coronavirus frenó casi todo en Argentina, pero no la deforestación. Según el último relevamiento de la ONG Greenpeace: “durante la cuarentena ya se desmontó el equivalente a media ciudad de Buenos Aires”, “el monitoreo de deforestación en el norte de Argentina que realiza Greenpeace, mediante la comparación de imágenes satelitales, reveló que entre el 15 de marzo y el 30 de abril se desmontaron 9.361 hectáreas esto implica la pérdida de 200 hectáreas de bosques por día”.
El avance de la frontera agropecuaria (para proyectos ganaderos y/o de cultivos de soja) son la principal causa y por lo general, los mismos propietarios de esas tierras son los causantes. Un tercio de los desmontes se produjeron en bosques protegidos por la normativa nacional de bosques. Los gobiernos provinciales son cómplices de esta situación (conocen perfectamente a los tenedores de tierras) y el gobierno nacional tampoco está actuando para frenar este desastre ambiental.
Están ampliamente probadas las gravosas consecuencias ambientales de los desmontes, que traen asimismo graves derivaciones sociales. La tala ilegal se hace -en muchos casos- a costa del desalojo de comunidades originarias y campesinos criollos, muchos de cuales han sido desplazados a poblados cercanos a las capitales provinciales, aumentando el pauperismo de un sector de la población condenado a condiciones de precariedad y miseria crecientes.
Por todos estos motivos, reitero la solicitud para que la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano trate urgente este tema, y agrego mi voluntad de participar de la misma en esa ocasión y mi disposición a colaborar en todo lo necesario para que se pueda avanzar en un dictamen y tratamiento de la prohibición y suspensión de desmontes.
Sin otro particular, lo saluda atte.
Diputada Nacional Romina Del Plá
Bloque Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Partido Obrero