Las elecciones en el Chaco estuvieron marcadas por una elección plebiscitaria del Gobierno Provincial. Capitanich logró capear la crisis política provincial abierta durante su jefatura de Gabinete, a costa de una unificación del PJ en la cual debió ceder la candidatura a Gobernador a Peppo -dejando de lado a su delfín Aguilar-. Pudo contener las movilizaciones populares, de estatales y docentes con la complicidad de la burocracia sindical para imponer una pauta salarial de ajuste. Jugó a fondo el recurso al régimen fraudulento de las colectoras municipales y a un enorme aparato punteril organizado desde el estado.
El triunfo forma parte además de una recuperación del kirchnerismo, que en 2013 parecía marchar a una bancarrota financiera que finalmente se ha dilatado. El frente único opositor, de los radicales apoyados por Macri y Massa, fue derrotado en su intento de recuperar el Gobierno Provincial.
En este cuadro, el Partido Obrero defendió su lugar de tercera fuerza, aunque con un retroceso respecto a las PASO y las generales del 2013. Sufrimos una intensa presión del aparato de punteros del PJ y la UCR, del Gobierno Provincial y los Municipios. En Resistencia, donde el peso de este aparato es relativamente menor, obtuvimos el 5% de los votos. En el interior, estamos peleando por superar el piso proscriptivo de la interna en varios municipios.
Ahora se abre un nuevo escenario, de lucha política hasta las elecciones generales de septiembre, que estarán condicionadas por la marcha de la crisis política nacional y las primarias de agosto. En este marco, redoblaremos los esfuerzos por el ingreso a la legislatura, con Aurelio Diaz, y a los consejos deliberantes.