A movilizarnos para que la crisis no la paguen los trabajadores


La derrota letal del macrismo en las PASO inauguró un nuevo capítulo de la crisis del régimen del FMI. Y un nuevo ataque a las masas trabajadoras.


El golpe del capital financiero del “lunes negro” es una gigantesca extorsión para condicionar todo el proceso político hacia octubre.


Las medidas anunciadas por Macri -después de echarle la culpa al pueblo por la devaluación post electoral- son para hacer pasar la desvalorización de salarios y jubilaciones.


Ya conocemos la burla de los “bonos” por única vez, cuando se produce una caída histórica del poder adquisitivo de nuestros ingresos que únicamente puede ser resarcida por aumentos equivalentes a la inflación en los básicos y en todos los rubros. Por otro lado, no hay nada para los jubilados y sólo una aspirina en el impuesto al salario.


El “congelamiento” de combustibles y tarifas por el período electoral sólo posterga tarifazos que sobrevendrán desde el 15 de noviembre, justo antes de la asunción del próximo gobierno.


Macri y los capitalistas transforman la transición en un infierno que sin embargo no va a solucionar ninguno de los problemas que originan la crisis. ¿Cómo pagarán los u$s12000 millones de deuda que hay hasta fin de año? ¿Cómo salen del sideral endeudamiento del Banco Central con las Leliqs? ¿Cómo pagarán los u$s150000 millones de deuda pública en los cuatro años del próximo gobierno, incluidos todos los créditos del FMI?


La prueba de que fracasarán otra vez la tenemos en el fracaso de las tres devaluaciones que ya tuvimos en el último año y medio y que sólo agravaron la inflación, la recesión, los cierres de empresas y el incremento del endeudamiento. Mientras el pueblo trabajador fue sometido a un dramático ajuste que está en la base de la aplastante derrota del gobierno.


El banco central está al mismo tiempo endeudado igual que el Tesoro, lo que nos pone al borde de una crisis bancaria y de una hiperinflación. Con un enorme potencial de ataque a los ahorristas que están en pesos y que ya fueron desplumados por la presente devaluación.


En reunión de industriales de la UIA se consideró que el dólar tiene que llegar aún más arriba. Por lo pronto en los mercados de futuro se lo vende a $70 a fin de año.


Por otro lado la acentuación de la guerra comercial y de monedas en la que ha entrado la crisis capitalista mundial esterilizan todavía más la devaluación del peso como vía de salida a la crisis.


No podemos esperar, tomemos la iniciativa


Alberto Fernández, virtual gobierno electo está actuando deliberadamente para que la tarea sucia la haga Macri. La burocracia sindical que lo apoya, lo mismo.


Después de todo, su planteo fue que el dólar estaba artificialmente bajo, es decir que promueve una devaluación. Lo ha reiterado con la palabra “sinceramiento económico”. Más todavía, dijo que los “mercados fueron estafados, por eso reaccionaron así”.


O sea que el futuro presidente coloca a los devaluadores como víctimas.


Se empieza a desarrollar una contradicción aguda entre los trabajadores y sus necesidades inmediatas y el verdadero carácter de la fórmula ganadora de los Fernández y Massa, cuyo norte excluye por completo la ruptura con el FMI, lo que nos lleva de cabeza a aceptar también las reformas laboral y previsional y el desmantelamiento industrial del que somos víctimas.


Entonces, es ellos o nosotros. Si el capital financiero, el FMI y toda la clase capitalista no esperan, los trabajadores tampoco esperemos.


El gobierno recién electo en Chubut no paga los salarios y desconoce los acuerdos paritarios. Los paros y movilizaciones de masas que se están produciendo en Chubut marcan el camino.


La deliberación en los lugares de trabajo, de estudio y en los barrios es enorme. Apoyamos las iniciativas del Plenario Sindical Combativo, del Polo Obrero y el movimiento piquetero.


Impulsamos asambleas para definir un rumbo de acción:


-Inmediato aumento del salario y la jubilación mínima a $35000 y recuperación de emergencia de los puntos perdidos en todas las jubilaciones en la reforma previsional de 2017.


-Inmediata reapertura general de paritarias para llevar el salario a la canasta familiar con actualización por inflación automática, hasta que esta baje a un dígito anual. Abolición del Impuesto al Salario.


-Prohibición de despidos y suspensiones. Reparto de las horas de trabajo disponibles sin afectar el salario para poner fin a la desocupación. Ocupación de toda fábrica que cierre o despida masivamente.


-Proponemos un congreso de delegados mandatados por las bases de los sindicatos que discuta un plan económico de los trabajadores y un plan de acción para llevarlo adelante. Paro activo nacional de 36 horas y plan de lucha. Movilización masiva a Plaza de Mayo y a todas las plazas del país.


-Romper con el FMI. Repudiar la deuda usuraria y proceder a nacionalizar la banca y el comercio exterior. Hacer lo propio con los recursos energéticos y mineros. Apertura de libros y control obrero de la producción. Sólo a través de este programa económico y social de los trabajadores, podemos enfrentar el chantaje del gran capital en la transición.


-Fuera el régimen del FMI, por un gobierno de trabajadores.


PARTIDO OBRERO


En el Frente de Izquierda Unidad


13/8/19


 

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