“Con la transferencia de la policía Federal, la Ciudad asume intacta una estructura largamente sospechada por sus cajas paralelas y sus vínculos con el delito organizado. Una prueba de ello es que la transferencia mantiene inalterado el régimen de los adicionales. A través de ellos, se privatiza la función de seguridad y se establece un mecanismo de manipulación de los jefes policiales sobre sus subordinados”. Esto señaló Marcelo Ramal, legislador porteño por el Frente de Izquierda, después de la reunión del Ministro de Seguridad Martín Ocampo con los presidentes de los bloques legislativos. “Le dijimos al ministro que, si se asume intacta esta estructura corrupta, es por una sola razón: necesitan de ella para reforzar un orden represivo en la Ciudad, de cara a los brutales antagonismos sociales que se manifiestan cotidianamente”. Ramal anticipó su oposición al proyecto oficial de traspaso, que “además, reeditará en la Ciudad una crisis política similar a la que vivimos en Buenos Aires en estos días”.