El Partido Obrero repudia el ataque a los militantes de Boca es pueblo por parte de una patota macrista

Gobierno de la Ciudad armó una zona liberada en la sede comunal para tercerizar la represión a los vecinos y agrupaciones que se oponen a la venta y a la construcción del Estadio – Shopping a través de una patota.


En la reunión del Consejo Consultivo de la Comuna 4 realizada el miércoles 4 fue apuñalado y herido de gravedad un militante de la agrupación Boca es Pueblo y otro fue golpeado brutalmente en la cabeza. Esta agresión criminal, que podría haber provocado la muerte de los militantes, fue perpetrada por una patota que responde a punteros del PRO de la comuna. Según informa la agrupación en un comunicado, fueron a la reunión del Consejo Consultivo para “exigir que se legitime el Consejo convocado con anterioridad el 16/3 en el que se rechazó la venta de los terrenos de casa amarilla”. Los compañeros agredidos continúan internados en el Hospital Penna por la gravedad de las heridas


El macrismo defiende con patotas el negociado escandaloso con los terrenos de Casa Amarilla. Como en el asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra por parte de una patota de la Unión Ferroviaria, el Gobierno de la Ciudad armó una zona liberada en la sede comunal para tercerizar la represión a los vecinos y agrupaciones que se oponen a la venta y a la construcción del Estadio – Shopping a través de una patota.


Las 4 manzanas de tierras de Casa Amarilla pertenecían al IVC y tenían como destino la construcción de 4000 viviendas. Durante la gestión de Telerman las viviendas a construir se redujeron a 1200. Pero sólo obligado por una orden judicial el macrismo construyó 400 viviendas en el predio, el 10% de las previstas originalmente. Luego Macri transfirió por decreto las tierras a la Corporación del Sur, creada bajo la gestión de Ibarra para enajenar terrenos públicos y desarrollar mega emprendimientos inmobiliarios. En 2014 el legislador macrista y dirigente de Boca Moscariello presentó un proyecto para cambiar la zonificación residencial de los terrenos y avanzar en el proyecto de Estadio – Shopping, pero naufragó en la Legislatura. En 2016 se abrió una licitación para la venta a la medida de Boca, que fue el único oferente. Por apenas $180 millones en 41 cuotas trimestrales, una verdadera ganga, se enajenaron 4 manzanas de tierras públicas, que tenían destino para viviendas sociales. Mientras tanto la crisis habitacional de la Ciudad se agrava, con medio millón de personas con problemas de vivienda y cuando se duplicó la población en villas en la última década.


Exigimos el inmediato esclarecimiento de los hechos y el juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales del ataque, que actuaron en defensa de un negociado urdido entre Angelici y el gobierno. Es el primer paso para redoblar la lucha contra la venta de tierras públicas para negociados inmobiliarios en Casa Amarilla y en toda la Ciudad, que impulsa el PRO pero que viene siendo desarrollada por todos los gobiernos, incluso los autodenominados progresistas. La entrega de tierras públicas se ha llevado adelante a través de sucesivos pactos entre el PRO y el kirchnerismo, en el cual los votos fueron incluso transados por cargos en organismos de control y la Defensoría del Pueblo. Con estos pactos PRO-K se votó en diciembre último la primera lectura de la Agencia de Bienes en la Legislatura, que hoy no consigue los votos para su segunda aprobación por la enorme lucha de los vecinos que defienden el patrimonio público.


 

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