Gabriel Solano sostuvo: “La foto entre Insfrán y Villarruel es fuertemente ilustrativa. El gobernador vitalicio se sumó al planteo de ‘unidad nacional’ de la defensora de genocidas, que busca nada más y nada menos que armar un recambio con mayor espalda política para el caso de que el experimento mileísta fracase definitivamente. En ese caso, Insfrán da una señal poderosa de que estaría dispuesto a negociar con la defensora de Videla, archivando mostrando que los discursos opositores del senador Mayans en línea con el guiño que hace meses le hizo públicamente el senador Mayans en la propia cámara, en un pacto nada menos que con la vicepresidenta. Aunque no es el primer dirigente peronista que la reivindica, este es un salto tratándose de un gobernador peronista y dirigente destacado del partido justicialista nacional, la foto actual se produce en un cuadro de deterioro agudo del gobierno y es una señal política de alineamiento sacada nada menos que en un acto de reivindicación de la acción del ejército frente a Montoneros, previa a que el entonces gobierno de Isabel dictara los decretos de aniquilamiento ‘del accionar subversivo’”.
“Pero la lavada de cara es mutua, porque Villarruel está mostrando su disposición a archivar todas las críticas de su fuerza política a la “casta” que representaría el gobernador de Formosa y sus treinta años en el poder. Al final, para los dos y como decía un general golpista ‘no hay plazos, hay objetivos’. La foto consagra una doble estafa al electorado, la de los supuestos ‘defensores de los derechos humanos’ que posan con defensores de genocidas y la de los supuestos ‘anti casta’ que buscan pactar con los gobernadores para hacer pasar todos sus atropellos contra el pueblo”.
Romina Del Plá en tanto agregó: “Esta foto al fin y al cabo no sorprende. Es que atrás de las denuncias mutuas, Insfrán y Villarruel comparten fuertemente un estilo de gobierno. Son represores y autoritarios, y ponen toda la fuerza represiva del estado al servicio de golpear a los jubilados, los trabajadores y el pueblo. Por eso, en la provincia de Formosa, el gobierno provincial apalea incluso las movilizaciones que denuncian al gobierno nacional. Es una provincia donde está prácticamente prohibido el derecho de huelga, que el gobierno provincial ataca con sanciones y persecución. Los dos defienden metodos similares, de virtuales dictaduras civiles con fachadas democráticas. Es lo que une a un gobernador de treinta años en el poder, que arma una farsa de reforma constitucional para seguir eternizandose en el poder, y una defensora de genocidas electa vicepresidenta y aparentando ‘consenso’ desde la presidencia de un senado amurallado atrás de una gendarmería que apalea jubilados todos los miércoles. La unidad que representan lleva al pueblo argentino a la ruina. La foto muestra que la única fuerza consecuente de oposición a este régimen podrido es el Frente de Izquierda Unidad”.
