¡A seguirla!

Asambleas y plan de lucha progresivo hasta derrotar a Milei y sus cómplices

Mientras los trabajadores estamos movilizados por decenas de miles en las calles y realizando un paro nacional, dentro del Congreso de la Nación se está cocinando en un pacto repodrido contra nuestros intereses como clase trabajadora.

Muchos de los partidos que se hacen llamar de la oposición han decidido pactar con Milei la aprobación de su nefasta ley ómnibus, viabilizando la mayor parte de sus objetivos originales: privatizaciones de empresas públicas con su correlato de despidos; delegación de facultades al Poder Ejecutivo; mayores ataques a los jubilados y liquidación del Fondo de Garantía de la ANSES; ajuste a la educación, a la salud y a la cultura; reforzamiento represivo con prisión efectiva para los trabajadores que luchan.

El Congreso también ha dejado correr el DNU nefasto de Milei que impone en los hechos una reforma laboral ultra negrera y elimina en la práctica el derecho a huelga que está consagrado en la Constitución Nacional. Así festeja la clase capitalista, que fue a presionar al parlamento para que no se toque e DNU.

Mientras tanto sigue vigente también el protocolo represivo dictado por Patricia Bullrich, que enfrentamos con una gran movilización el pasado 20 de diciembre.

El pacto podrido sellado en el Congreso entre el gobierno y sectores de la oposición va más allá de la ley ómnibus para transformarse en un aval al conjunto de la política del gobierno nacional. Esta política tuvo su debut con una enorme devaluación que vino a pulverizar los salarios y jubilaciones, que ya venían siendo ajustadas por el gobierno anterior.

Milei nos ha declarado la guerra como clase trabajadora y nosotros tenemos el derecho de defendernos.

¿Pero podemos ganar los trabajadores? Por su puesto que sí. Milei y su pandilla de arribistas son los que ya gobernaron con Macri y De la Rúa. Y con la lucha y la movilización logramos derrotarlos una y otra vez.

No será por medio de la rosca de los dirigentes sindicales con los diputados, los jueces o los gobernadores del ajuste en las provincias como derrotaremos a Milei sino mediante la lucha y la movilización.

Mucho menos con entregas como la que hizo Cavalieri de Comercio, firmándole al gobierno la entrega de las indemnizaciones, o lo que hicieron los sindicatos del Estado, que aceptaron una paritaria 10 puntos por debajo de la inflación.

Por ello este paro de 12 horas debe ser el comienzo de un verdadero plan de lucha que tiene que ser seguido de inmediato por un nuevo paro de 36 horas con movilizaciones en todo el país el día que se trate el proyecto de ley Ómnibus. Sería un paso fundamental para preparar una huelga general que derrote a la camarilla reaccionaria de Milei y sus amigos macristas y menemistas.

Si el gobierno apurase el tratamiento para el jueves 25 de enero, la CGT debe extender el paro a 36 horas para presionar para el rechazo del proyecto.

Necesitamos también un programa claro: salario mínimo de $ 500.000; paritarias para recuperar lo perdido por la inflación e indexación mensual según el costo de vida; aumento inmediato de las jubilaciones y los planes sociales; abajo la reforma laboral contemplada en el DNU; defensa irrestricta del derecho a huelga; anulación del protocolo represivo; fuera la ley Ómnibus; reincorporación de todos los despedidos en la administración pública; no a las privatizaciones; fuera el FMI, no al pago de la deuda externa.

Para impulsar estos planteos es necesario que nos organicemos en los lugares de trabajo, mediante asambleas, plenarios y reuniones.

Lo que está en juego es demasiado importante como para que dejemos el futuro de nuestras familias en manos de dirigentes que ya demostraron en el pasado que no están a la altura de las circunstancias.

Partido Obrero – Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad

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