Semanas atrás se hizo conocida la ruptura de un sector de la Comisión Organizadora de San Luis, alineado con el PCR y otros sectores que integran el Frente de Todos, con el histórico Encuentro Nacional de Mujeres, el evento más masivo e importante del movimiento de mujeres que se realiza desde 1986 y que desde 2019 pasó a nombrarse, por voluntad de una enorme mayoría, como “Encuentro Plurinacional, de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries”. El mismo, como fue históricamente, tendrá lugar del 8 al 10 de octubre en esa provincia.
La ruptura, que se materializó en el llamado a un “Encuentro Nacional de Mujeres”, un mes después, desconoce la voluntad masiva manifestada en los Encuentros de 2018 en Chubut y de 2019 en La Plata (los últimos dos Encuentros presenciales, previos a la pandemia) y se inscribe en el marco de la crisis política más general que atraviesa el gobierno de Alberto Fernández, con un amplio abanico de organizaciones integradas al Frente de Todos en el campo del Encuentro Plurinacional y otro integrado al campo que proponen realizarlo el mes de noviembre.
La pelea por la independencia política de los Encuentros, que nos aúne en base a nuestras demandas sin subordinarlas al apoyo o la conveniencia de los gobiernos de turno, sigue siendo una reivindicación central.
La decisión de romper con esta historia, preocupa al activismo y las organizaciones de mujeres y disidencias, porque a pesar de la conducción burocrática, los Encuentros han sido punto de apoyo para el desarrollo del movimiento que masificó, a nivel nacional e internacional, el grito de Ni Una Menos contra la violencia de género, que conquistó la legalización del aborto e instaló la demanda de separación de la Iglesia del Estado.
Nuestras demandas siguen siendo motivo de luchas urgentes mientras asistimos a una escalada de femicidios y trans-travesticidios sin que se adopte ninguna medida elemental de protección. Sufrimos un ajuste agravado por la sumisión del gobierno al Fondo Monetario Internacional, que cuenta con el apoyo de la oposición de derecha, y que empobrece brutalmente a las y los trabajadores y en especial a las mujeres y disidencias, que somos mayoría entre las más pobres y las desocupadas y que hoy son blanco de ataque de funcionarios como Zabaleta, Berni y Larreta, que las atacan por participar de las masivas movilizaciones piqueteras contra el hambre, por el trabajo genuino, la tierra y la vivienda.
Mientras el gobierno nacional y los provinciales refuerzan sus alianzas con las cúpulas de las iglesias, en defensa de una política de sumisión de las mujeres y diversidades y de ofensiva contra derechos elementales como la ESI, o persiguiendo a profesionales que los garantizan, como la médica Miranda Ruiz, buscan que nuestra voz no se alce ni se escuche.
La decisión de llevar a la ruptura de los Encuentros es el punto cúlmine de una metodología que hemos cuestionado insistentemente durante muchos años, en el que unas pocas mujeres de contadas organizaciones como el PCR-Frente de Todxs, que integran la Comisión Organizadora, se arrogan el poder de tomar decisiones por sobre decenas de miles de mujeres que participamos cada año, incluida la imposición de las sedes ya acordadas entre cuatro paredes, en un simulacro de ovación. A la vez, impiden que estas y otras resoluciones, puedan ser votadas libremente por miles de participantes en cada uno de los talleres, para impulsar la lucha por nuestros derechos contra el Estado y los gobiernos. Advertimos que estas prácticas burocráticas tienen que ser desterradas en este Encuentro Plurinacional.
Repudiamos esta ruptura, que busca defender el método con el que el PCR y el PJ han buscado regimentar históricamente estas instancias., y llamamos a participar masivamente del XXXV° Encuentro Plurinacional, de Mujeres y Disidencias. Las compañeras de las diferentes agrupaciones que integramos el Frente de Izquierda – Unidad, seguiremos peleando para que estos sean masivos, verdaderamente democráticos, amplios, participativos e independientes políticamente de los gobiernos de turno y las iglesias, basados en la soberanía de los talleres, que sirvan para potenciar la organización de las mujeres y diversidades, para reforzar la deliberación y organización de todas las compañeras que luchamos contra el hambre y la violencia, contra los femicidios y crímenes de odio, por el derecho al trabajo y el salario, por la ESI y contra el oscurantismo clerical.
Llamamos a organizarnos en todo el país, desde cada lugar de estudio, de trabajo y desde cada barrio, para lograr que, después de dos años de pandemia y en medio de la política de ajuste y sumisión al FMI que promueven el gobierno nacional y los gobiernos provinciales, el próximo Encuentro Plurinacional de mujeres y disidencias del 8 al 10 de octubre en San Luis nos encuentre siendo miles y miles en los talleres, las actividades y la marcha para seguir organizadas y peleando por nuestras demandas contra este sistema capitalista y patriarcal.
Mujeres y disidencias del Frente de Izquierda-Unidad
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