La escalada de la pandemia es imposible de tapar. En gran parte del país los contagios ya están llevando al colapso del sistema de salud, visible en los casos crecientes de pacientes que no tienen acceso a una cama de terapia intensiva.
Se ha paralizado la vacunación, pero Argentina produce y exporta el principio activo de la vacuna. En la planta de Garín propiedad de Hugo Sigman se produce y se exportó el equivalente a mas de 40 millones de dosis. La empresa productora de la vacuna, Astra Zeneca, no cumple con el convenio firmado con Argentina de provisión de vacunas. De las vacunas producidas en Garín no ha llegado una sola dosis.
Mientras se saturan las camas de terapia intensiva, los trabajadores de la Clínica San Andrés denuncian el cierre de la misma, cuando posee recursos para atención de Covid. Y se han cerrado 10 clínicas en la provincia de Buenos Aires en lo que va de la pandemia.
El Estado no crea desde octubre nuevas camas de terapia intensiva. El sistema privado sigue realizando operaciones programadas que no son urgentes, solamente porque son negocio.
El Partido Obrero en el Frente de Izquierda plantea: intervención en el laboratorio de Sigman, para envasar localmente y distribuir en forma masiva la vacuna que se produce allí. Centralización del sistema de salud, ningún cierre de clínicas ni sanatorios, ampliación de las camas de terapia. Respuesta urgente a los reclamos del personal de salud que viene luchando por mejores salarios y para terminar con la precarización laboral.
Un programa frente al crecimiento de la pobreza
La curva de la pandemia va de la mano del crecimiento de la pobreza. La inflación de 4,8 por ciento, con una enorme desocupación y salarios por el suelo, agrava la situación de millones de trabajadores y trabajadoras.
El gobierno no previó medidas de asistencia por pandemia en el presupuesto nacional. Viene recortando, desde la eliminación del IFE, en función de los acuerdos por el pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional.
El pago de 15.000 pesos de la AUH en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires no llega a gran parte de quienes cobraban el IFE, que ya el año pasado fue totalmente insuficiente para frenar el aumento de la pobreza.
Las paritarias vienen cerrando por el 32%, cuando la inflación se dispara puede llegar a superar el 50%. El salario mínimo hoy está en 21.000 pesos, menos de la mitad de la canasta básica. Planteamos un salario mínimo igual a la canasta básica, de 60.000 pesos.
Sin medidas de asistencia, es inviable establecer una cuarentena como la que se necesita para frenar el avance del virus. Planteamos: seguro universal al desocupado de 40.000 pesos. Ajuste inflacionario de los salarios, recuperación del poder de compra perdido, salario igual a la canasta familiar. 82% móvil para las jubilaciones. No al pago de la deuda externa, impuesto extraordinario a las grandes rentas, fortunas y ganancias patronales.
Por la suspensión de la presencialidad educativa
En este contexto crítico, la única medida del gobierno nacional frente a la segunda ola fue la suspensión de clases presenciales en CABA, el conurbano y los distritos que adherían al decreto nacional.
Contra esta medida se ha formado un frente, que agrupa a Larreta y gran parte de los gobernadores del PJ, como Perotti, Schiaretti o Capitanich. Larreta emprendió una ofensiva judicial para mantener las escuelas abiertas, mientras los gobernadores se niegan a aplicar las restricciones en sus propias provincias.
Es una posición negacionista de la pandemia: es mentira que las escuelas no contagian. El 11% de los contagiados el último mes en la Ciudad fueron en establecimientos educativos.
La negativa a cerrar las escuelas va a agravar enormemente el cuadro sanitario sin tener nada que ver con la defensa de la educación pública.
Ni el gobierno nacional, ni el de la Ciudad ni los gobernadores garantizan las condiciones para las cursadas, virtuales ni presenciales. No hay equipos ni conectividad. No se designaron suplentes para los docentes con licencia por pandemia. Los docentes no fueron escuchados en su reclamo de condiciones sanitarias ni de transporte.
Planteamos: vigencia del semáforo epidemiológico, suspensión de las clases presenciales en todos los distritos en rojo. Conectividad gratuita y dispositivos para estudiantes y docentes. Abajo el ajuste contra la educación pública.