El gobierno perdió las elecciones por aplicar un brutal ajuste contra las y los trabajadores. La crisis de gobierno luego de la derrota confirmó esta denuncia, que sólo hizo el Frente de Izquierda: el recorte de salarios y jubilaciones, el aumento de la desocupación y el hambre.
La “herencia macrista” fue defendida por la unidad peronista, porque en la pandemia ganaron los de siempre: bancos, agroexportadoras y tenedores de la deuda externa. El cambio de gabinete no modificó en nada el rumbo de entrega al FMI, solo vino a reforzar a los anti derechos y represores para allanar ese camino.
La victoria de la derecha no está consolidada, porque está fresca en la memoria popular que Macri nos hundió en la miseria. Su reforma laboral parte de eliminar las indemnizaciones por despido, no quieren “crear empleos” sino abaratar la fuerza de trabajo.
Gobierno y oposición marchan a un pacto de entrega con el Fondo Monetario después de las elecciones. El Frente Progresista forma parte de ese régimen de saqueo, entregaron la provincia al narcotráfico y la soja, defendiendo la privatización menemista de los puertos.
Por una salida de los trabajadores
Después de las PASO, el Frente de Izquierda – Unidad se ubicó como tercera fuerza en el país. Este avance refuerza las luchas obreras y populares, porque es un claro pronunciamiento contra los que gobernaron las últimas décadas.
Llamamos a las y los trabajadores, a las mujeres y la juventud, a los luchadores ambientales, a que avancemos en la construcción de una salida independiente con la izquierda que lucha. No es de izquierda Soberania Popular, que forma parte del Frente de Todos y por eso votó en la Cámara de Diputados la eliminación de la movilidad jubilatoria. En noviembre vamos por una gran elección del Frente de Izquierda, para que ingresen diputadas y diputados que representen nuestros intereses al Congreso de la Nación.